viernes, 25 de enero de 2019



Título: “La leyenda de Nuestra Señora de la Granada”
Autor: Eliseo Godoy García
Publicado en: Revista de Fiestas Patronales 2007, pág. 13 – 19


Han pasado tres años desde nuestra última publicación en esta nuestra Revista de Fiestas Mayores Patronales y, no por ello, han dejado de aparecer nuevos documentos referidos a Llerena, hasta ahora inéditos.

En todo este tiempo, además de la necesaria transcripción y catalogación  de los documentos referidos, hemos tenido la oportunidad de aportar a nuestra Banda Municipal de Música la partitura completa del Himno a Nuestra Señora de la Granda de Guillena, el cual se toca a la entrada de la Solemne Procesión y poco a poco es ya cantada por la mayoría de los llerenenses como tributo de amor y devoción a Nuestra Excelsa Patrona.

Del abanico documental, al ser tan amplio, no tenemos más remedio, al igual que en otras ocasiones, ser breves en su exposición. Estos tratan sobre los conventos, hermandades, orfebrería, imaginería, pintura, retablística y un larguísimo etc. En próximas ocasiones intentaremos abordarlas.

Sin embargo, lo que hoy nos trae a estas páginas es la exposición – estudio de la Leyenda de Nuestra Señora de la Granada de Llerena. Aproximarnos a la exposición – estudio de la misma no podemos hacerlo desde una sola perspectiva – la religiosa -, ya que en ella inciden, bien directa o indirectamente, otros aspectos como artísticos, históricos, culturales, antropológicos,  etc.

En esta primera ocasión expondremos las diferentes versiones que existen sobre la leyenda que han llegado a nuestros días, y que de alguna manera son conocidas por todos gracias a las aportaciones de otros autores como Arturo Gazul, José María Lepe de la Cámara, Agustín Romero Barroso por sólo citar algunos.

1.- La leyenda según la “Cronología Hospitalaria y Resumen Historial de la Sagrada Religión del Glorioso Patriarca San Juan de Dios” escrita por Fr. Juan Santos O.H. 1715 – 17161.

Esta Cronología de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios fue escrita por Fr. Juan Santos entre los años 1715 y 1716 y fue resultado de las Visitas Generales realizadas a todos los hospitales de la Orden en los años mencionados.

“Como socio y capellán, acompañó a varios Padres Generales en sus visitas a los conventos – hospitales, tomando notas directas de sus fundaciones … Como Cronista General tenía en sus manos el archivo de la Congregación, con un inmenso caudal documental… crónicas y apuntes de los Generales sobre las fundaciones de los hospitales y religiosos; documentación real o civil…”

                Por lo tanto, y dada su privilegiada posición, Fr. Juan Santos tuvo acceso a documentos donde, de alguna manera, se recogían aquellos aspectos, más o  menos generales, referidos a la historia, leyendas, fundación de hospitales, etc. del lugar que visitaba. Y Llerena no iba a ser menos.

                La obra de Fr. Juan Santos fue editada en Madrid en dos volúmenes entre los años 1715 y 1716 siendo impreso en la imprenta de Francisco Antonio de Villadiego. Estuvo dedicada al Sr. Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos, Marqués de Santiago, Señor de Uter Viejo, del Consejo de Su Majestad, en el Real de Hacienda, de su Junta de Salinas y Director General de ellas. El motivo de esta dedicación no es otro que, como se refleje en la Introducción, “a costa de su erarioy de su celo, no obstante, las resultas de tan milagroso empeño redundan en conocido beneficio de toda nuestra familia”. Es decir, fue un gran benefactor de la Orden Hospitalaria.

                Siguiendo la normativa de la época tuvo que pasar no pocas censuras, licencias, amén de un Privilegio Real.

-          La obra contó con la censura del  Reverendísimo Padre Maestro Fr. Agustín Cano y Olmedilla, Predicador de Su Majestad y Prior del Real Convento de Nuestra Señora de Atocha, de la Orden de Predicadores.
-          Su Licencia de la Religión contó con el beneplácito del Fr. Juan de Pineda, General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios con fecha 30 de julio de 1714.
-          Censura del Reverendísimo Padre Maestro Fr. Manuel Garza de Lasarte, Predicador de Su Majestad, Prior del Convento de la Hospedería de la Pasión, de la Orden de Predicadores, dada en septiembre de 1714.
-          Licencia del Ordinario Licenciado D. Isidro de Porras y Mantúfasr , Pronotario Apostólico, Juez In Curia del Tribunal de la Nunciatura de España y Teniente de Vicario de la villa de Madrid con fecha de 10 de octubre de 1714.
-          Censura del Doctor Sr. Juan de las Heras, Predicador de Su Majestad y Capellán de Honor y Mayor del Real convento de Santa Isabel, Calificador de la Santa y Suprema Inquisición y de sus Juntas Secretas, Examinador Sinodal del Arzobispado de Toledo y de la Nunciatura de España con fecha 15 de octubre de 1714.
-          Privilegio Real por el cual se da licencia y facultad para que “por tiempo de diez años, primeros siguientes que han de correr y contarse desde el día de la fecha de esta mi cédula en adelante, el referido fray Juan Santos, o la persona que su poder tuviere, y no otra alguna, pueda vender e imprimir los dichos dos libros…” Este Privilegio Real due dado en Madrid el 11 de noviembre de 1714.

La leyenda de Nuestra Señora de la Granada es recogida en esta Cronología Hospitalaria en el Capítulo LXXXVI bajo el epígrafe “Fundación del hospital y convento del Dulce Nombre de Jesús de la Ciudad de Llerena” cuyo tenor es el siguiente:

Libro de Fr. Juan Santos O.H.


Perdióse en la lamentable pérdida de España, y fue poseída de los moros muchos siglos, hasta que la ganó el maestre de Santiago don Rodrigo Iñiguez, decimoquinto en número, el año de 1241. Fue su conquista milagrosa y sucedió de esta forma:
            Viniendo el maestre don Rodrigo por las vertientes de los montes Marianos, que desde Llerena caen hacia el septentrión, y son los que hoy llaman de Hornachos, se puso sobre Llerena (que estaba bien provista de bastimentos y defensores moros valientes, y circunvalada de fuertes y altos muros) y la dio algunos asaltos, en que perdió no poca gente; y porfiando en tomarla, fue rebatido, con gran daño de los nuestros; pero, no obstante, persistía nuestro ejército en el asedio. Desconfiado el maestre de su virtud y valor, y confiado enteramente en la divina Misericordia, procuró con todas las fuerzas de su ejército echar el último lance. Para ejecutarle con más acierto, hizo que su ejército descansase dos días y que todos los soldados confesasen y comulgasen, para obligar con tan cristianas acciones al gran Dios de los ejércitos para que les diese victoria. Este motivo les proponían en diversas exhortaciones muchos religiosos de la Orden de Santiago, que entonces asistían en semejantes empleos en los ejércitos y asistían a sus maestres. Ejecutáronlo así los soldados con notables muestras de devoción, y con felices anuncios de la dicha que les iba disponiendo la Aurora celestial de las felicidades. Porque aquella noche, a un religioso que con más fervor y celo se había empleado aquellos días en la administración de los santos sacramentos y con más devoción les había exhortado a tan cristiana empresa, se le apareció la Santísima Virgen María, en el primer sueño, asistida de innumerables ángeles y vírgenes, y con alegre rostro le dio las gracias del celo con que se había empleado en la reformación de costumbres de aquellos soldados, y que este empleo había servido para la conquista de la ciudad más que todas las armas y pertrechos de guerra que tenía el ejército; y que en su nombre se acometiese a la ciudad; que de su parte tenía la gracia de su Hijo precioso y la intercesión suya. Muchos dicen que en esta ocasión le dio una granada en señal de la visión y de la victoria, por lo cual se llamó desde entonces con este nombre de la Virgen de la Granada.
            Despertó el religioso, y tropezando más en las dichas que en las sombras de la noche, refirió al gran maestre la visión. Corrió la voz por el campo, y todos tomaron las armas invocando a María Santísima con los epítetos que a cada soldado le dictaba su devoción, y singularmente con el nombre misterioso de la Granada. Con sola la orden de su Defensora se juntaron todos a sus banderas, fiados en la palabra de tan soberana Reina. Corrió entre todos la de acometer, y la ejecutaron guiados de su religioso adalid en tan buena ocasión, que aunque los muros eran incontrastables y los moros invencibles, con la intercesión de María escalaron los unos y vencieron a los otros. Estando ya ocupadas las murallas de los nuestros, acudió multitud de moros que con indecible fiereza intentaron rechazar a los nuestros; pero todo era en vano; antes si, viendo uno de los nuestros que el gobernador de la plaza hacía mucho estrago, le tiró una saeta en nombre de la Virgen de la Granada, y fue tan acertado el tiro, que le atravesó el corazón, sin que le sirviesen de defensa las fuertes y aceradas armas que vestía. Apenas cayó en tierra, cuando el santo religioso desde los muros, viendo el estrado del gobernador, comenzó a entonar las palabras de David: Sagitae tuae acutae populi sub te cadent in corda inimicorum regis [su traducción es: Tus flechas son agudas: debajo de ti, caerá en los corazones de los enemigos del rey del pueblo]. Y después de esto, aclamó la victoria. Al mismo tiempo, entraron los escuadrones formados por una de las puertas (que, según por donde se puso el sitio, fue o la de Valencia o la Nueva; y más me inclino a ésta respecto de ser tradición, que siempre ha tenido y hoy tiene una imagen de Nuestra Señora de la Granada sobre el umbral, como significando que esta Reina fue quien abrió la puerta a los cristianos, y hoy es la protectora que los defiende), y los moros se entregaron a merced. El maestre y los suyos levantaron por trofeo a la Virgen Santísima, autora de su dicha, un oratorio o capilla, y en ella se puso una hermosa imagen suya, con el título de Nuestra Señora de la Granada, que hoy se conserva en la iglesia mayor de esta ciudad, que debe a sus misericordias singulares beneficios y mercedes y es la patrona de la ciudad.




2.- La leyenda según “Compendio histórico, en que se da noticia de las milagrosas y deuotas imagenes de la Reyna de los cielos, María Santissima, que se veneran en los mas célebres santuarios de España…obra que consagra a la Virgen” escrita por Juan de Villafañe, S.I2.

                Esta obra fue publicada en el año 1740 e impreso en la imprenta y librería de Manuel Fernández. Decir que esta obra ha servido de base para otros autores como más adelante veremos.

Libro de Juan de Villafañe S.I.


                Juan de Villafañe recoge las leyendas e historias de las devociones marianas que suscitaban más piedad popular. Así mismo recoge otras tantas que si bien no tenían tanta fama él consideraba que debían estar en su obra. El objetivo que perseguía y conseguía no era otro que el redactar una especie de enciclopedia de la devoción mariana en España.

                Entre las páginas 257 y 258 bajo el título “Imagen de Nuestra Señora de la Granada de Llerena” recoge el texto que a continuación extractamos:

Poco es lo que ha llegado à mi noticia de esta Santa Imagen, que se reverencia con gran devocion en la Ciudad de Llerena, una de las principales de la Provincia de Estremadura; en que por tradicion se sabe lo siguiente de su maravilloso aparecimiento.
Por los años de 1241 se hallaba en el sitio de esta Ciudad aquel celebre Capitan y virtuoso Cavallero Don Pelayo Perez Correa, General en los Exercitos del Santo Rey Don Fernando, y gran Maestre del Orden Militar de Santiago: tenia en su Compañía un Religioso, `Freyle de su Oreen, hombre de exemplar vida y conocida, y solida virtud, el qual acostumbraba salirse a tener oración à un bosque cercano, para poder hablar con Dios retirado del comercio de los hombres. Una vez, pues, que estaba con mas fervor, contemplando las cosas Celestiales, se le aparecio Maria Santissima llena de luz, y resplandor con una granada en la mano; y dignándose hablar al fervoroso Sacerdote, le mando fuesse al Maestre Don Pelayo du devoto, y le dixesse de su parte, que tuviesse grande animo, y confianza en Dios, y en su protección, porque sin duda vencería, y destruiría del todo à los Moros, y que en señal de la victoria le daba aquella granada, y que despues de conseguirla, era voluntad de su Hijo, que edificasse un Temploi en honra suya, y que en èl colocaría la Imagen, que le baxaba en prendas de su amor. Desaparecio con esto la visión, y el virtuoso Sacerdote reparo, que entre las ramas de un granado, que allí estaba, se dexaba ver una Imagen de Nuestra Señora sentada, con el Nuño JESUS, y una granada en la mano. Fuè el obediente Sacerdote a avisar al Maestre de lo que pasaba, y conseguida la victoria de los Barbaros, según la promessa de Maria Santissima, cumplio Don Pelayo Correa con el mandato de Nuestra Señora, fabricando un Templo en honra de tan gran Señora en el sitio señalado, que es oy el principal de la Ciudad, colocando en èl la Santa Imagen, que aparecio en el granado, y desde aquel tiempo se llama de Nuestra Señora de la Granada, con quien tienen los vecinos de Llerena gran devocion, celebrandose su su principal fiesta el dia de la Assumpcion de la Virgen à 15 de Agosto, y por toda su Octava, concurriendo multitud de gente de los Pueblos vecinos à venerar esta Santa Imagen; por cuya intercession, y medio reciben muchos beneficios, obrando Su Magestad singulares milagros.

                3.- Autores locales y otros que han escrito sobre la leyenda: Andrés Morillo de Valencia, Antonio Sabido Martínez, Arturo Gazul, Eulogio Montero Santarén, Francisco Tejada Vizuete, Ignacio R. Mena Cabezas, Eliseo Godoy García, Salvador Hernández González, Julián Ruiz Banderas y Agustín Romero Barroso.

                Las aportaciones tanto del Licenciado Andrés Morillo de Valencia, Antonio Sabido Martínez y Arturo Gazul serán tratadas debidamente en el estudio comparativo que estamos realizando sobre todas las versiones que existen, y que hemos podido recopilar, de la leyenda.

                En el año 1900 D. Eulogio Montero Santarén publicaba su obra “ Monografía histórico – descriptiva de la ciudad de Llerena”3 donde en su Prefacio nos advierte de que “el que ignora la historia de su patria es un extranjero en ella y quien no sabe la de sus antepasados ignora la propia suya” y esto nos puede dar pie al sentido de su obra teniendo como norte el rigor documental a pesar de los innumerables expolios habidos.

                Eulogio, en el Capítulo IV dedicado a la Edad Media nos dice:

“la tradición sobre la reconquista de Llerena dice: Que en el sitio donde hoy está el Camarín de la Virgen de la Granada, se apareció esta imagen sobre un granado al Maestre D. Pelayo Pérez y le dijo que tuviera confianza en su Divino Hijo y en la intercesión que ella había de tener con Él, mediante la cual los moros serían vencidos en la próxima batalla que iba a darse, y en señal de la victoria le entregaba una granada, y que, concluida la reconquista, le edificase en aquel sitio una iglesia para que se le diera culto.

   Dióse la batalla antes citada, obtúvose la victoria predicha por la Virgen, y el Maestre cumplió asimismo el divino mandato edificando la iglesia…”.

                Más recientemente hemos tenido las aportaciones de Eliseo Godoy4 y de Salvador Hernández González5. Este último recoge un pequeño fragmento de Andrés de Saa donde hace referencia a que el origen de las advocaciones marianas de la Granada en la ciudad hispalense derivan de la de Llerena, aspecto éste dado a conocer en un artículo de Eliseo Godoy6. En dicho fragmento se recoge un resumen del ya mencionado Juan de Villafañe, aunque para Salvador de Saa el Maestre es cuestión era Rodrigo Íñiguez, siendo ésta una de las cuestiones que, dependiendo del autor, no está del todo claro puesto que para algunos la reconquista de Llerena fue en 1241 y para otros 1248.

                Otros autores han hecho referencia, igualmente, a la leyenda. Entre ellos destacamos a Francisco Tejada Vizuete7, que toma como base el relato de Juan de Villafañe; el excelente estudio de Ignacio R. Mena Cabezas8 donde de manera comparativa analiza las leyendas y tradiciones de Nuestra Señora del Ara, Patrona de Fuente del Arco, y Nuestra Señora de la Granada, Patrona de Llerena.

                Por último y no por ello menos importantes, están las aportaciones de Julián Ruiz Banderas – Agustín Romero Barroso9 basándose también en el texto de Juan de Villafañe.

                                                           
                                                                                                   Eliseo Godoy García
                                                                                                          Verano 2007


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.       “Cronología Hospitalaria y Resumen Historial de la Sagrada Religión del Glorioso Patriarca San Juan de Dios” por Fr. Juan Santos O.H. Hemos utilizado la reedición de esta obra por la Orden Hospitalaria de San Juan Dios, Madrid 1977 siendo auspiciada por la Curia Provincial de la Provincia de Castilla siendo Provincial Fr. Antonio Metodio Zarzosa O.H., págs. 324 – 325 de esta edición. Agradecemos a la Orden Hospitalaria las facilidades dadas para consultar esta obra. 


2.       “Compendio histórico en que se da noticia de las milagrosas y devotas imagenes de la Reyna de Cielos y Tierra María Santissima, que se veneran en los mas celebres Santuarios de España. Refierense sus principios y progresos con los principales Milagros que ha obrado Dios Nuestro Señor por su intercession y sucesos mas notables de sus prodigiosos Aparecimientos. Obra que consagra a la misma Virgen y Madre de Dios, Maria Santissima, Especial Abogada y Patrona de los Españoles” Segunda Impression aumentada por el Reverendissimo Padre Juan de Villafañe de la Compañía de Jesús, Maestro de Theologia y Rector que fue en el Real Colegio de Salamanca y Provincial de la Provincia de Castilla la Vieja. Imprenta y Librería de Manuel Fernández. Año 1740 pág. 257 – 258.
3.       Monografía histórico – descriptiva de la ciudad de Llerena” por Eulogio Montero Santarén. Badajoz. Tipografía de Alberto Merino, 1900. Hemos utilizado la reedición del Centro de Iniciativas y Turismo de Llerena, 1990 págs. 34 – 35.
4.       “Nuestra Señora de la Granada en otras tierras” por Eliseo Godoy García. Revista de Fiestas Patronales, 1995 págs. 27 – 33.
5.       “Presencia y Culto de la advocación de Nuestra Señora de la Granada en Sevilla” por Salvador Hernández González. Revista de Fiestas Patronales 2003 págs. 85 – 86.
6.       “Nuestra Señora de la Granada” por Eliseo Godoy García. Revista de Fiestas Patronales, 1994.
7.       “Vírgenes de agosto: La Granada llerenense y la Piedad de Almendralejo” por Francisco Tejada Vizuete. Iglesia en Camino, 6 de agosto de 1995.
8.       “Leyendas para creer…” por Ignacio R. Mena Cabezas. Revista de Estudios Extremeños, Tomo LV, 1999, págs. 847 y ss.
9.       “Toponimia mágica, fantástica y de leyendas” por Julián Ruiz Banderas – Agustín Romero Barroso. Revista de Fiestas Patronales 2002, págs. 9 – 28.

               





miércoles, 23 de enero de 2019



Título: “Fiestas profanas y cultos religiosos en honor de Nuestra Señora de la Granada” (I)
Autor: Eliseo Godoy García
Publicado en: Revista de Fiestas Patronales 2002, pág. 33 – 37


A la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora de la Granada

            En pasadas Comunicaciones veíamos algunos textos dedicados al Culto  de NUESTRA SEÑORA DE LA GRANADA (Novena, Bula de Indulgencias, Consagración de la Ciudad de Llerena, etc); veíamos, también, cómo se efectuaban las rogativas para interpelar la intervención de Nuestra Patrona ante una necesidad puntual (peste, victoria de las tropas reales, lluvia, etc.) así como el posible “milagro” que realizó ante la escasez de agua1.

En esta ocasión, y D.M. en las sucesivas entregas en años venideros, nos proponemos dar a conocer el tipo de celebraciones, gastos, personajes más significativos, fechas más fundamentales y de qué manera se celebraban las Fiestas Patronales en Honor de MARÍA SANTÍSIMA DE LA GRANADA.

El período a estudiar es excesivamente largo, nada menos que seis siglos, y a pesar de que la documentación es amplia, intentar un análisis exhaustivo de estas festividades queda lejos de nuestro propósito en esta Revista de Fiestas Mayores, debido a que sus características básicas no variaron en exceso y el carácter reiterativo haría su lectura un tanto ardua.

De ahí que podamos establecer dos períodos totalmente elegidos de manera arbitraria:

1.- Hasta el Siglo XX.

2.- Hasta nuestros días.


HASTA EL SIGLO XX

Con el deseo de poder efectuar un razonamiento más clarificador del tema proponemos la siguiente distinción: fiestas profanas y fiestas religiosas.  En esta Primera Parte nos vamos a dedicar a las profanas dejando para las religiosas para  posteriores entregas.

CRISTÓBAL DE AGUILAR, Secretario del Cabildo durante varios años del Siglo XVII, consciente de la importancia de la Historia de Llerena – podíamos llamarlo el primer Cronista Oficial de nuestra Ciudad – se preocupó de recoger todo tipo de información, y gracias a él podemos saber muchas de las tradiciones populares además de dejarnos un extenso inventario de la documentación que se guardaba en la Iglesia Mayor, la mayoría desaparecida para desgracia nuestra.


Sobre el tema que nos ocupa nos dejó riquísimas aportaciones de las cuales hemos entresacado la siguiente:

“Día de nra Sa de agosto = En la fiesta dela asunzion de nuestra señora, las visperas y el dia asiste la ciudad y conuida al Sr Prouor (Provisor) pr el cauallero rexor comisario”2


Desde tiempo inmemorial estas celebraciones han revestido de gran solemnidad y en muchas ocasiones sin miramientos de gastos. El Cabildo de Llerena mostró siempre gran preocupación por dar todo el realce posible a pesar de que sus arcas no siempre estaban en las mejores condiciones, endeudándose como consecuencia,  y la celebración de la festividad de San Roque, 16 de agosto, quitó protagonismo a las Fiestas Patronales durante un período de tiempo llegándose incluso a celebrar en algunas ocasiones de manera común.

Fundamentalmente consistían en una lidia de toros y en raras ocasiones una representación teatral. El procedimiento casi siempre era el mismo: varias personas del pueblo solicitaban al Cabildo la autorización para su celebración y posterior lidia de dos toros, generalmente sufragados por dichas personas,

“En este cabildo se trato como algunos vos quieren celebrar la fiesta de nuestra señora dela granada que se celebra el dia de nuestra señora de agto de este año y an ofrezido de limosna dos toros y hazer una mascara = y auiendo sta çiudad conferidoen ello lo que convieney visto su buen zelo y parecer hágalo con autoridad q conviene..3

y el Cabildo se encargaba de hacer las barreras pertinentes nombrándose para tal fin a uno o varios de los Regidores Comisarios

y porque la  çíudad es patrona se acuerda que la çiudad haga las bareras delas calles para los dchos toros que se an de lidiar y para q tenga mismo efecto en orden para que se hagalo refrendado se comisiona al Sr alo morillo mayordomo para que lo haga pregonar y se remate en la persona que los quisiere mas bajare”4.


En contadas veces este número de toros aumentaría. Tal es el caso ocurrido en 1636 donde

“se vio una petición de Diaz Becerra que la ciud ofrecio tres toros por el regocijo del año pasado y de los toros que se corrieron esta uno vivo y pagado y se acordo que por el regocijo dela ziud y celebración dela fiesta de nra Sra dela Granada questa botada se corran los dchos quatro toros...”. Se nombran como Comisarios  a DE LA FUENTE DEL BOSQUE y a ESTEBAN LASSO ADAME y para  “las barreras la dispusson y hornato donde a de esta la ziud y lo demas se nombran como Comisarios a ANTONIO DE LA VERA PIZARRO  y a LEANDRO MARCELO y se dé libranza en el mayordomo de la ciudad  “por aorade 600 reales.5

               
Sin embargo, cuando no había tal ofrecimiento  era entonces el Cabildo el encargado de sufragar todos los gastos de la corrida de toros:

“Bolbiose acordar la fiesta delos toros questa ciudad tiene acordado se haga en reguçixo del dia de nra señora de agosto y seacordo se guarde el dcho acuerdo y que se saque lo nezesso de la colación que se acostumbra a dar de alonso Herrero de chaues recetor de las yerbas prestado por ahora pa volverlo de los propios dela ziud con condizon en que bayan en este acuerdo los señores rexes que faltan...”.6

“ En conformidad delo acordado por esta ciudad se despachen libra (libranza) pa que alonso Herrero de chaues depositario delas yerbas de mill Rs a el Sr  leandro marzelo pa  q conpre la colación y pa  las barreras = y a el Sr Don Joan de la gda (guardia) de quinientos Rs pa conprar los toros y pagar los baqueros y lo demas necesario de que an de dar quenta”.7


Asimismo y previamente había habido un Cabildo donde se daba cuenta de la fiesta a realizar, cómo se iba a desarrollar, presupuesto de la misma, invitaciones y necesidades que se tuvieran:

“Acordose que todos los señores rexes asistan el lunes que viene a el cabdo hordio  (cabildo ordinario) para rezivir las fiestas de alonso Herro de chaues perssa que esta nonbradpo por tesso (tesorero) desta ciudad y pa ello los cite a todos el presste suio (escribano)”.8

Finalizadas las fiestas se tomaban cumplida cuenta de los gastos habidos en las mismas:

                “ Acordose que el Sr Ldo esteban Lasso adame rexor tome la quenta a el Sr Leandro marçelo de el gasto que hiço en las fiestas de toros deste año e ynforme dello pa q se despache libra9.

            El Cabildo también se encontraba en la disyuntiva de  atender a las muchas celebraciones no tanto ya a nivel local sino también al nacional y no en pocas ocasiones aprovecharon la celebración de la Fiesta de NUESTRA SEÑORA DE LA GRANADA para festejar otro tipo de evento. En el caso ocurrido en 1639 donde la fiesta de toros para el día de Nuestra Señora de Agosto se


             “rratifica con las buenas nuebas que an llegado de la benida dela flota de Spaña que tanto se a deseado y en agradecimto de graçias a sna Sa dela Granada por la md  (merced) tan grande que a Hecho a este Reyno”10.

            O como es el caso por el recibimiento del Título de Ciudad en la que también se aprovecha la celebración de la Festividad de Nuestra Señora de la Granada:

  


 “ Acordo que por esta ziud tiene por costumbre celebrar la fiesta de nra Sa dela Granada patrona desta dcha ziud en la bispera de su dia en Hazimiento de graçias por las grandes mercedes que de su divina magd ... y por qto esta ziud  a rezivido el
titulo de su magd que le nombra por tal dándole muchas honras y para resucitar la dcha fiesta de acuerda se maten cuatro toros y se hagan vareras...y los gastos se saquen los propios  razon... y se haga dosel...”. Se nombran Comisarios para tales fiestas de toros a LEANDRO MARCELO y a JUAN FRANCISCO DE ALDANA “y las dchas fiestas se hagan a la bispera su octaba de nra Señora” y se acuerda se den 100 reales para la cera de Nuestra Señora y “los gastos se saquen de el balor de los toros que se mataren”11.


La corrida de toros era celebrada en la plaza principal, actual Plaza de España, donde se fijaba un recinto formado de carros – desconocemos si propiedad del Cabildo o de los vecinos de Llerena – a los que les colocaban barreras hechas a base de madera y el público iba encima de los mismos. También se utilizaban los balcones de las casas colindantes, arquerías de la Iglesia Mayor, etc. A este tipo de actos el Cabildo invitaba a lo más selecto de la sociedad llerenense como se da en el Acuerdo de 11 de agosto de 1639:

   “donde el Lcdo FUENTE DEL BOSQUE y el Lcdo. ESTEBAN LASSO ADAME, Regidores, inviten al Tribunal de la Inquisición a las Fiestas de toros que se tiene acordado por  la festividad de nra Sra dela Granada patrona de esta ziud12

           
Siguiendo al mencionado Cristóbal de Aguilar éste nos describe la fiesta de toros, convite al Tribunal de la Inquisición, forma de asistencia y adornos, garrochas que se envían,  y reparto de las ventanas entre otros temas – aclarándose en este texto las muchas dudas existentes sobre las mismas así como la disposición y distribución que de los mismos se hacía entre las personalidades de Llerena -   en los siguientes términos:

“Quando la ciudad acuerda se hagas fiestas Re de toros que unas bezes ansido en la otaba dela asumzion denuestra señora cuya santísima ymaxen con la adbocazon dela Granada esta en la Yglesia mayor desta ciudad de quien es patrona, y otras por algunas vitorias delas armas de su majestad = nombra Comisarios para la compra de toros y disposición delos enzierros = otros para las barreras y garrochas = y otros para la compra y disposición delas colaciones y a algunos destos Comisarios encarga la ziud coviden a los caballeros forasteros que se hallan en la ciudad para que asistan con ella a dichas fiestas y a estos conbidados se les da asiento despues del rrexidor mas antiguo y sobre la pretendenzia delos mismos conbidados alguna bez sea dexado entre ellos a su cortesania pero las mas bezes los gradua la ciudad segun sus puestos y se les adbierte por los Comisarios para escusar disensiones entre ellos y si sabiendo el lugar que se les da lo azetan asisten y quando proponen alguna escusa se les admite porque en esto solo pretende la ciudad cunplir con lo que debe a su Grandeza.
El mismo dia del acuerdo o pocos despues nombra la ciudad dos rrexidores que ban a conbidar al Tribunal del Santo Offo dela Inqqon para que se halle a dichas fiestas y se haze el conbite asistiendo con los Comisarios el Contador escribano del cauildo y los mazeros y se rrezibe a entrada y salida del Tribunal por dos secretarios del secreto el portero y nuncio como en las demas ocasiones que ba en forma de ciudad y tratándola siempre de señoria como se debe.
El dia dela fiesta asiste el Tribunal del santo Offoen los primeros siete arcos delos corredores dela Yglesia mayor que tiene que tiene ataxados con tablas= y la ziudad en los corredores baxos que tiene suyos propios sobre la carcel publica, y uno y otro se adorna con colgaduras de seda y en una ni otra se pone dosel con texadillo porque nunca asido costunbre ni tal consta en semexantes ocasiones y solo se pone desde los pretiles de dichos arcos a la plaza la Inquisición su paño de terciopelo = y la ciudad el suyo con las armas rreales y dela ciudad= y la Ynqqon delante delos señores Ynqqesobre los mismos pretiles pone almohadas de terciopelo por delante de sus personas a modo de sitial y esto a sido hasta aora la forma del adorno donde a
asistido el Tribunal donde a asistido el Tribunal del santo Offo y la ciudad en las fiestas y rregozixos a que an concurrido.
Después de sentados la Ynqqon y la ciudad en la parte y forma que ba declarada, Ynbia la ciudad desde sus corredores a los donde asiste el santo Tribunal una carga de garrochas en puyadas delas mexores que ay y las rrezibe el Tribunal y da las grazias dela aatenzion dela ciudad.
La tarde de dichas fiestas estan prebenidos los ministriles en un arco que se les da en los corredores altos dela carzel que tanbien son dela ciudad, y luego como asoman en la plaza el Sr Gobernador o señora Gobernadora tocan los ynstrumentos hasta que toman asiento = y el dela Señora Gobernadora es el balcon primero dela sala del ayuntamiento mas contiguo ala calle del Alhóndiga y algunas bezes por ser mucha su familia o por otras causas toma anbos balcones que estan en dicha sala alta del cauildo y en este caso se le da ala muxer del Sr Alcalde mayor la sala y aposento dela audiencia que esta junto ala carzel y si la señora Gobernadora seacomoda con solo el primer balcon sele da ala muxer del Sr Alcalde mayor el segundo y ala del rrexidor mas antiguo la sala de dicha audiencia dela carzel.
Yse continua el repartimiento de bentanas entre los rrexes por sus antiguedades a quien se dan seis arcos delos siete altos delos corredores dela carzel porque en el uno como ba dicho asisten los ministriles con sus ynstrumentos = y delos veinte arcos que estan el los corredores dela Yglesia tiene ataxados los siete primeros con tablas el Tribunal del santo Offo = y el que se sigue que es el otabo se le da al Sr provisor = y el nobeno al cura mas antiguo de dicha Yglesia mayor = y el dezimo al mas moderno = y el 11 al cura de santiago sin que adquiera posesion ( En Nota aparte aparece que en el Cabildo de 16 de diciembre de 1666 se acordó que al cura de Santiago no se le dé arco para la vista de la fiesta en los corredores de la Iglesia Mayor, desconociéndose las causas ya que este Acuerdo falta de nuestro Archivo Histórico) = y desde el 12 hasta el 18 se dan alos rrexidores por sus antiguedades y el 19 y 20 que son los postreros dedichos Corredores altos se dexan para los clerigos de dicha Yglesia mayor = y delas siete bentanas que tiene la ciudad en sus casas junto alas del cabildo en que bibe el rreloxero, se dan las que faltan para acabar deacomodar alos rrexidores y delas que aqui sobran como tanbien dela del descanso dela escalera del cavildo y otra que esta sobre ella, otra en el zaguan = y dos en la carzel se acaban deacomodar los ministros que faltan que son el mayordomo=abogado escribanos del cavildo y procuradores hasta donde alcanza = y el balcon dela contaduría no se rrepare porque este se aquedado y atenido sienpre el contador dela ciudad por estar a su cargo los libros y papeles de dicha contaduría y su archibo...”13


Para poder hacernos una idea, aunque sea somera, de los gastos habidos por este tipo de festejos traemos la libranza efectuada a FUENTE DEL BOSQUE y a JUAN DE ZAPATA, Comisarios que fueron de las fiestas de 1639 donde perciben la cantidad de 1100 reales por los toros; también se abonan 1600 reales a AGUSTIN DE ESPINOSA y a JOSEPH MAYO, Comisarios por la compra de toros, barreras y demás gastos (puntillas, cuerdas,  adornos, refresco, etc.).14

            Contamos también con los gastos de los toreros traídos para la lidia

“Líbrese 300 reales en que se ajustó a los toreros que se trajeron par la fiesta de toros   y dcha librança se a fauor de los Sres D Sancho de Monroy y D Alejandro Macias Res Comisarios de dchas fiestas quienes lo suplieron y pagaron a dchos toreros de su caudal”15.


¿ De dónde se sacaba el Cabildo de Llerena el dinero para las fiestas de toros?

En algunas ocasiones del receptor de hierbas como hemos visto en líneas más arriba; de los propios; en el rompimiento de Hornachuelos; de las penas; de la dehesa del Hondo;  de los propios Regidores Comisarios; de las penas de Maguilla; etc. En definitiva de donde el Cabildo podía sacar dinero allí se recurría para atender a los muchos gastos que conllevaban la celebración de este tipo de festejos.

Por lo que respecta a las fechas de celebración si bien se respetaba la Fiesta Religiosa de la Asunción, lógicamente, no siempre fue así con la corrida de toros por cuanto unas veces era celebrada dentro de la Octava y otras fuera de la misma bien antes o después de la fecha propiamente dicha. Así en 1643 se acuerda celebrar la fiesta de toros el 27 de julio

“Que la fiesta de toros que de la ciud haze por nra Sra dela Granada se haga el 27 deste presente mes y se nombran Comisarios para la compra de toros a Alonso Herrero de Chaves y Domingo de Segura y que tambien se encarguen de las barreras. Y para todo ello se libre en el rompimiento de Hornachuelos de que se toma prestado”16.


 Pero lo normal era celebrarla el día propio de la Festividad

“que por qto el Sr Alo mendez maymo dela fabrica de nra sra dela granada a hecho relacion que algunos devotos an dado limosnas para correr toros en la festibidad de su dia, se acordo que acosta desta çiod se pongan las barreras y se comete a Juan de Agar (Aguilar) maymo que en su qtase le pase el costo y siendo neçesso se le despache librança”17.

Sin embargo también se celebró bien pasada la festividad fijándose para el 30 de agosto:

“ que por quanto deseando esta ziud obsequiar la sagrada Ymagen de nra Sa Santa maria dela Granada su Patrona cuia festividad se celebra el dia quince de Agto y respecto de que ynconstantemte se le a hecho el regozijo y corrida de toros por deuotos que al presente tambien lo quiere executar y a que concurrir esta ziud por maior aplauso de dcha Sagrada ymagen = acuerda la ziud se execute dcha fiesta de toros y por ello se nombran por Comisarios a los Sres Rodrigo Barrera Gragera y Francisco Maeda y Sepúlveda, Reg pa que cuiden asi lo que se ofreciere en la Plaza como pa la presenzon de toros refresco y demas que se requiere pa dcha funzion y que sea con el lucimto que corresponde y se asigna pa la corrida el dia treinta de Agto proximo”18.

Tal era la penuria económica y de liquidez de las arcas públicas que por muchos años no se pudo celebrar la fiesta de toros hasta que

“ por qto esta proxima la festiuidad de nra Sra dela Granada patrona de esta çiud y que era acostumbra celebrarla con todo obsechio con corrida de toros lo que a omitido algunos años por su suma pobreza y urgencias de guerra y porque a llegado el caso de efectuarse las paçes y que algujos particulares deuotos de esta soberana Sn voluntariamte an ofrecido ayudar con tres toros y los obligados del abasto de carnes lo estan en su postura de dar la vida de otros dos a la çiud acuerda que se celebre la dcha fiesta por el dia después dela octaua de nra Sa y por ello se nombra por Comis a Sres D Sancho mesia de Monroy y D Franco de Cantos, reg para que todo lo execute en la forma que es costumbre”.19

Los gastos en esta ocasión ascendieron a 1744 reales20

 

            Con el paso del tiempo, las circunstancias urbanísticas y los intereses de unos cuantos los festejos taurinos se trasladarían de la Plaza de España a la Plaza de Toros, cerca de la Puerta de la Aurora, en 1.86021.

                                                                                 

                                                                                  Eliseo Godoy García
                                                                               Llerena – agosto – 2002


 

 












 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS



1.       
    • GODOY GARCIA, E. “Culto a Nuestra Señora de la Granada en Llerena(I)”. Revista Fiestas Mayores Patronales, 1998.
    • GODOY GARCIA, E. “Culto a Nuestra Señora de la Granada en Llerena (II)”. Revista Fiestas Mayores Patronales, 1999.

  1. A.H.M.LL. Protocolos. Libros de Razón, Legajo 565, Carpeta 40 de 1667, fol. 18 vº.
  2. A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 437 Carpeta 1, 1628 – 1632 de 20 de julio de 1629 fols. 74 vº - 75 vº
  3. Ibid.
  4. A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 438 Carpeta 1, 1635 – 1636 de 16 de agosto de 1636, fols. 268 r – 268 vº.
  5. A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 437 Carpeta 1, 1628 – 1632 de 13 de julio de 1635, fols. 81 vº - 82 r.
  6. A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 437 Carpeta 1, 1628 – 1632 de 16 de julio de 1635, fols. 84 vº - 85 r.
  7. A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 438 Carpeta 1, 1635 – 1636 de 27 de julio de 1635, fols. 101 r – 101 vº.
  8. A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 438 Carpeta 1, 1635 – 1636 de 27 de agosto de 1635, fol. 108 r.
  9. A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 438 Carpeta 2, 1638 – 1642 de 17 de julio de 1639, fols. 214 r – 214 vº.
  10.  Ibid. de 6 de agosto de 1641, fols.443 r – 443 vº.
  11.  Ibid. de 11 de agosto de 1639, fol. 220 r.
  12.  A.H.M.LL. Protocolos. Libros de Razón, Legajo 565 Carpeta 40 de 1667, fols. 29 vº - 30 vº
  13.  Ibid. de 27 de octubre de 1639, fol. 239 r.
  14.  A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 457 Carpeta 1, 1718 de 2 de septiembre de 1718, fol. 98 vº.
  15.  A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 441 Carpeta 1, 1643 – 1644 de 2 de julio de 1643, fol. 33 r.
  16.  A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 441 Carpeta 3, 1649 – 1652 de 24 de julio de 1652, fols. 310 vº - 311 r.
  17.  A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 456 Carpeta 6, 1717 de 10 de julio de 1717, fols. 43 r – 43 vº.
  18.  A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 456 Carpeta 4, 1715 de 6 de agosto de 1715, fols. 64 r – 64 vº.
  19.  A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 456 Carpeta 5, 1716 de 13 de enero de 1716, fols.2 r – 2 vº.
  20.  A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, Legajo 510 Carpeta 2, 1860, fol. 40 r.