miércoles, 23 de enero de 2019



Título: “Nuestra Señora de la Granada: 1923 – 1936”
Autor: Eliseo Godoy García
Publicado en: Revista Fiestas Patronales 2001, págs. 60 – 65

                El culto a Nuestra Señora de la Granada en el período que hemos delimitado se ve marcado e influenciado por diversas circunstancias: salida del rey Alfonso XIII de España; proclamación de la II República; altercados callejeros; reformas políticas que no satisfacen a la mayoría del pueblo; revueltas rurales con invasión de fincas y cortijos; paro obrero; separación Iglesia – Estado; y un sinfín de problemas que acuciaron la vida normal de la población española.

                Pretendemos con esta Comunicación dar las pinceladas suficientes para entender no sólo el marco general por el que se desenvuelve la sociedad española, sino de qué manera repercuten a nivel local de Llerena y la influencia, por añadidura, en el culto a Nuestra Señora de la Granada.

                La vida en Llerena a inicios del siglo XX se desarrollaba de igual manera que en cualquier localidad próxima. Las dificultades sociales y económicas era parejas en todos los lugares. D. Valentín Robina Candalijas había sido elegido Mayordomo de la Fábrica de Nuestra Señora de la Granada el 5 de abril de 19201, cargo que ostentaría hasta que el 1 de abril de 1922 accede a la Alcaldía de Llerena2. El puesto de la Mayordomía de la referida fábrica sería ocupado el 10 de abril de este mismo año de 1922 por D. Juan Ponce Cascos3, Teniente 3º de Alcalde. Pero D. Valentín no duraría mucho en el cargo de Alcalde, ya que el 6 de agosto de 1923 pasaría a ocupar el cargo de Diputado Provincial por el Partido Castuera – Llerena4.

                La celebración de las fiestas en honor a nuestra Patrona se limitaban a la Función Religiosa, que tenía lugar en la Iglesia Mayor y a los fuegos artificiales que se realizaban en la Plaza de la Constitución (actual Plaza de España). Pero no siempre fue así. El Cabildo llerenense deseaba averiguar por qué no se celebraron los tradicionales fuegos artificiales. Esto se vería en el Pleno de 22 de agosto de 1921 en los siguientes términos:

“El Ayuntamiento quedó enterado de que con motivo de los desagradables sucesos ocurridos en el territorio africano de Melilla habían suspendido los fuegos artificiales que desde tiempo inmemorial se venía celebrando el catorce de los corrientes en honor de Nuestra Patrona la Virgen de la Granada”5.

                No pasaría lo mismo con las fiestas religiosas que sí se celebraron, pues se recoge que el Ayuntamiento satisfacía “los gastos de la función religiosa la cantidad de ciento veinticinco pesetas”6. Tampoco al año siguiente, 1922, se celebraron los fuegos artificiales tanto “el catorce como al día siguiente día en honor de la Patrona Nuestra Señora Santa María de la Granada”7, debido a la petición del “Juez de Primera Instancia e Instrucción D. Adolfo Gómez – Caminero y Mora de la llave del Salón de Plenos”8 - el Ayuntamiento se negó a dejar la llave del Salón de Plenos para presenciar desde el balcón los mencionados fuegos artificiales. Pero este asunto no quedaría del todo aclarado en un primer momento, puesto que en la Sesión del Cabildo de 11 de septiembre de 1922 nuevamente se aborda el tema y se aporta el dato de que “la Misa del 15 de agosto no fue dentro de la Iglesia sino en la Plaza de la Constitución motivado por la entrega de una Bandera que la Ciudad de Llerena regaló al Batallón de Cazadores de Llerena”9 – en una próxima ocasión tendremos la oportunidad de detallar esta entrega.


                En la madrugada del 13 de septiembre de 1923 en Barcelona, después del asentimiento forzoso del Rey Alfonso XIII, en vista de que ni el Gobierno presidido por D. Antonio Maura tenía fuerzas para oponerse al golpe de Estado y el Ejército se mostraba casi abiertamente favorable, el General D. Miguel Primo de Rivera asumía el poder con plenos poderes y comenzaba a gobernar el 15 de septiembre de dicho año. Empezaba con él la Dictadura. Resultas de ello quedó suspendida la Constitución de 1876, aunque planeaba en el ambiente de que todo este movimiento sería propicio para una regeneración administrativa y que todo volvería a la normalidad bajo el paraguas de la Corona10.

                Consecuencia de este cambio de poder accedía a la alcaldía de Llerena D. Delfín Gámez Becerra el 1 de octubre de 192311, siendo elegido como Mayordomo de la Fábrica de Nuestra Señora de la Granada cinco días después D. José Herreros Rodríguez, Concejal del nuevo Consistorio12.

                Las Fuerzas Armadas ocupan el Gobierno Nacional bajo la Dictadura; mediante el Decreto de 2 de octubre de 1923 los cargos de la Administración Territorial, Local, Ayuntamientos y las Diputaciones son entregadas para su gestión o al menos bajo el control de la Administración Militar, siendo sustituida en varios casos por ciudadanos de prestigio adictos al Régimen Militar. El Alcalde de cada localidad sería elegido por votación o elección directa entre los Concejales. Por su parte, la opinión de los católicos llegaría de la mano de “El Debate”, órgano de la Editorial Católica, que acepta el Directorio Militar pero reclama un auténtico gobierno en primera instancia, para luego una normalización posterior; pregone un saneamiento moral persiguiendo el juego, la pornografía, el alcoholismo y demás lacras sociales; la solución de la interminable guerra de Africa, etc.13

                Ante el cariz de los acontecimientos que a nivel nacional se manifestaban y basándose en las buenas relaciones que desde siempre habían mantenido el Ayuntamiento de Llerena y el clero, rotas en contadísimas ocasiones, lleva al entonces Arcipreste de la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada, y con tono lo más conciliador posible dirigir una invitación “al Alcalde y a la Corporación a la Misa conventual y Ejercicios Religiosos que tendrán lugar a las ocho y media del siguiente día catorce en dicha Iglesia para impetrar del Señor sus auxilios sobre nuestros gobernantes y haga fecunda su labor en bien de nuestra Patria”14. La respuesta del Ayuntamiento no se hizo esperar y acordó acudir a los Actos que se les proponía.

                Entramos a partir de esta fecha en una espiral de nombramientos, fruto de los vaivenes políticos nacionales, en el sillón de la Alcaldía de Llerena así como en la elección del cargo de Mayordomo de la Fábrica de Nuestra Señora de la Granada.

                A inicios de 1924 es Alcalde D. Isidoro Bustillo Fontán15, siendo sustituido el 5 de marzo por D. Manuel Espadiña Carapeto16 y el 9 de este mismo mes accede como Mayordomo de la Fábrica de la Iglesia Mayor D. Antonio Feria González que a su vez ocuparía el cargo de 1er Teniente de Alcalde17. No duraría mucho en el cargo D. Manuel Espadiña puesto que el 6 de abril accede a la silla de Alcalde D. Juan Carrasco Pérez18 y si bien no es reflejado en las Actas del Cabildo y puesto que seguiría como 1er Teniente de Alcalde D. Antonio Feria, nos inclinamos a considerar que éste seguiría en el puesto de Mayordomo de la mencionada Fábrica19. Éste presentaría su renuncia a ambos cargos al entonces Alcalde D. Jerónimo Gómez Gómez el 15 de julio de 1924, por motivos de enfermedad, la cual no le es aceptada en primera instancia20, pero sí lo sería un poco después de la celebración del día de la Patrona, el 21 de agosto de 192421.

                Tras esta fecha asistimos a una sucesión de Actas, concretamente desde el 24 de noviembre de 192422 hasta el 2 de diciembre de 1929, en las cuales no se reflejan el nombramiento de Mayordomo de Fábrica, aunque sí de los diferentes cargos dentro del Ayuntamiento23. 

                Si a la sociedad española de estos años que presentaba un ambiente enrarecido, unimos las malas cosechas de los años 1928 y 1929 – en este año último tendría lugar la Exposición Universal de Sevilla en la cual Llerena tendría una notable participación – y otras circunstancias a nivel mundial, provoca la petición del Rey de la dimisión de Primo de Rivera, hecho éste que no se hizo esperar.24

                En lo que respecta al tema que nos ocupa tanto las Actas Capitulares custodiadas en nuestro Archivo Histórico Municipal, como en el Archivo Parroquial, no aparece nada al respecto, por lo que podemos suponer que se realizarían con toda normalidad. Como dato a destacar es la Visita Pastoral del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ramón Pérez Rodríguez, Obispo de Badajoz que realiza en 1922 a las iglesias de Llerena25. No tendríamos ninguna Visita más hasta 1955 con la Visita del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Eugenio Beitia Aldazábal, Obispo Coadjutor del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José María Alcaraz y Alenda, Obispo de Badajoz27.

                En nuestro Ayuntamiento, siendo la tónica general, se producen cambios en la alcaldía. El 24 de febrero de 1930 es recogida en las Actas Capitulares la Orden de que todos los ayuntamientos de España serían renovados automáticamente, siendo elegido el 27 de este mismo mes D. Ricardo Aragón Murciano28, para ser sustituido dos meses más tarde por D. Juan Carrasco Pérez29.

                El 23 de febrero de 1931 el gobierno del Almirante Aznar convocaba Elecciones Municipales para el domingo 12 de abril. Había que cubrir 81099 puestos de concejal en 9259 municipios30. Consecuencia de ello y ante los resultados obtenidos – los monárquicos ganaron en los ámbitos rurales y capitales de provincia de escasa importancia31 -  que iban en contra del Rey Alfonso XIII, abandona España y se proclama la II República, régimen que perduraría hasta el inicio de la Guerra Civil32, ocupando la Jefatura del Estado y del Gobierno D. Nieto Alcalá Zamora33.

                En la mañana del 14 de abril de 1931 la II República sería proclamada desde los balcones de muchos ayuntamientos. España se acostaba monárquica y se levantaba republicana34.

                Tras las Elecciones detalladas el 5 de junio de 1931 D. Agustín Rubio García accede a la alcaldía35, siendo sustituido días – el 16 de junio - después por D. Isidoro Lancharro Muñoz36y este, a su vez, por D. Rafael Maltrana Galán el 1 de septiembre37.

                El gobierno surgido el 14 de abril de 1931 centró sus objetivos en la educación, el paro, la reforma agraria y la cuestión religiosa. El 9 de diciembre de 1931 las Cortes votaron una nueva Constitución donde, entre otras cuestiones, se declaraba que el poder emanaba del pueblo; se establecía la separación Iglesia – Estado; se prohibía la enseñanza a las ördenes Religiosas, etc38.

                En el ámbito religioso, que es el tema que centra esta Comunicación, la República topó de lleno con la Iglesia Católica nada más iniciarse el nuevo gobierno. La Iglesia Católica, según estadísticas de la época contaba con 30000 sacerdotes diocesanos y 40000 religiosos39.

                En cumplimiento de las directrices marcadas por el nuevo gobierno, el 18 de febrero de 1932 el Cabildo llerenense acuerda:

“… teniendo en cuenta el criterio de laicicación que preside la vigente Constitución de la República, se acordó hacer desaparecer cuantos símbolos y atributos religiosos existen en las vías públicas de la localidad guardando el respeto debido a las mismas”40

                A juzgar por los símbolos y atributos religiosos que se han conservado en nuestras calles, parece que no se hizo desaparecer la mayoría de ellos41.

                Este choque frontal de la República con la Iglesia era, entre otras cuestiones, por el tema de la enseñanza. En la nueva Constitución relegaba la religión a una esfera privada; todas las manifestaciones públicas religiosas quedaban sometidas al Estado y por Ley se decidirá la extinción del presupuesto dedicado  al culto y clero; se producía la expulsión de los jesuitas y se secularizaban los cementerios42. Sin embargo, esta separación Iglesia – Estado no fue bien entendida por todos43. Se producen la quema de conventos como ejemplo singular del ambiente tan agitado que se vivía44. La vida municipal caracterizada por su interinidad y sometida a los cambios de poder en Madrid tampoco hizo mucho por favorecer una vida tranquila de los ciudadanos45.

                En Llerena a inicios del mes de enero de 1932 se producen diversos asaltos a los cortijos aledaños ante la hambruna de sus habitantes46. Sin embargo, el pueblo a pesar de todos los sufrimientos celebraba las fiestas como respiro ante tantos problemas47.

                Como muestra de lo que enunciamos anteriormente, en el Cabildo de 20 de marzo de 1934 se da lectura a un escrito – hemos intentado  localizar este escrito con resultado negativo -  firmado por D. Joaquín Fernández Leal, Administrador de los Bienes de la Hermandad de la Madre de Dios y de los Pobres48, recogiendo el sentir de muchos vecinos, en el que solicitan:

“Primero: Autorización para la celebración de las procesiones que tradicionalmente salían en la Ciudad durante la Semana Santa – desconocemos si este escrito iba referido a la mencionada Hermandad o entraban las demás- .
Segundo: que durante el paso de las mismas sea garantizado el orden.
Antes de pasar a la discusión de este escrito, di lectura (se refiere a D. Manuel Alejandro  Moreno, Secretario por entonces del Ayuntamiento) de un telegrama del Sr. Gobernador Civil del día diecisiete del corriente en el que ordena al Alcalde que autorice las procesiones sin excusa ni protesta alguna y haciéndole responsable de cualquier alteración de la que pueda producirse. En caso de temer que este sea alterado… lo ponga en su conocimiento a fin de que puedan ser tomadas las medidas oportunas. A la vista de ambos documentos y en cumplimiento de la orden emitida se acordó por unanimidad autorizar la celebración de las procesiones durante la próxima Semana Santa y hacer saber al Sr. Gobernador que por hallarse en esta Ciudad muy enconada la cuestión religiosa eran de temer perturbaciones del orden el cual no podrá ser garantizado con los elementos de que se dispone”49.

                En Actas posteriores no se refleja los temidos altercados, por lo que podemos suponer que la Semana Santa se desarrollaría sin más contratiempos, teniendo en cuenta las medidas que tomara el Cabildo para prevenirlos.

                En igual consonancia con lo expuesto,  habiendo accedido a la alcaldía el 5 de agosto de 1934 D. José Delgado Alvarez50, el 6 de agosto de este año 1934 D. Gerardo Sabido Chacón, a la postre Concejal, presenta una proposición para “que se autorice la celebración de la procesión de la Virgen de la Granada y que la víspera de la fiesta pueda ser festejada por los fieles con fuegos, música, etc. Así se acuerda por unanimidad”51

                Tal vez llevado por celo y la concesión anterior el Sr. Sabido, el 13 de agosto, propone al Cabildo que se declaren “fiesta oficial los días 15 de agosto y27 y 28 de septiembre, el primero por ser la festividad de la Virgen de la Granada Patrona dela Ciudad, y los segundos por ser los días en que se celebra la fiesta oficial. Le contesta el Sr. Montero (D. Antonio Montero Mateos, Concejal) para decir que los días de feria no deben declararse fiesta oficial porque por ser días de muchas transacciones se le cargaría un grave perjuicio al comercio. En su lugar se propone se declaren fiesta oficial el Jueves Santo y el día del Corpus. Puesto el asunto a votación por unanimidad se acuerda declarar fiesta oficial el 15 de agosto ­– la cual se viene celebrando de manera regular a excepción de 1936 – y los del Jueves Santo y día del Corpus”52

                Por la transcendencia que este Acuerdo supuso para las celebraciones religiosas posteriores, enumeramos la composición del Cabildo en estos momentos:

                ALCALDE: D. José Delgado Álvarez
                TENIENTES DE ALCALDE:
-          D. Publio Capilla Fernández
-          D. Gerardo Sabido Chacón
-          D. Rafael Delgado Sánchez
CONCEJALES:
-          D. Vicente Martínez del Puerto
-          D. Juan Herrezuelo Rincón
-          D. Francisco Fernández Álvarez
-          D. Francisco Herrera Trigueros
-          D. Rafael Isla Romero
-          D. Antonio Vivó Sánchez
-          D. Hipólito Cuellar Montañés
-          D. Ángel Montero Mateos
-          D. Germán Donaire Gordillo
-          D. Antonio León Tena
-          D. Luis Delgado Cañón
SECRETARIO: D. Manuel Alejandro Moreno

                Para este año 1934 no aparece en las Actas Capitulares el nombramiento de Mayordomo de la Fábrica de Nuestra Señora de la Granada.

                A tenor de los datos expuestos, salvo contadas excepciones, se fue celebrando la festividad de nuestra Patrona propiciada en algunos momentos por el propio Ayuntamiento.
Por otra parte, el malestar político, social y económico que imperaba en el ánimo de la sociedad española, desembocó en la Guerra Civil de 1936 de tan desagradables recuerdos nos trae a nuestra memoria.


                                                                                                              Eliseo Godoy García
                                                                                                                Verano 2001

REFERENCIAS


1.       Archivo Histórico Municipal de Llerena (en adelante A.H.M.LL). Libros de Actas Capitulares, legajo 4, carpeta 6, 1920 fol. 102 vº Acta de 5 de abril.
2.       A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 2, 1922. Acta de 1 de abril.
3.       Ibid. fol. 114 vº. Acta de 10 de abril.
4.       A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 3, 1923. Acta de 6 de agosto.
5.       A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 1, 1921 fol. 138 vº. Acta de 22 de agosto.
6.       Ibid.
7.       A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 2, 1922 fols. 138 vº - 139 r. Acta de 21 de agosto.
8.       Ibid. fol. 143 r. Acta de 11 de septiembre.
9.       Ibid.
10.   “Historia de España” Tomo VI. O.P.C. Barcelona, 1989
11.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 3, 1923. Acta de 1 de octubre.
12.   Ibid. fol. 155 vº. Acta de 6 de octubre.
13.   “Historia de España”…
14.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 3, 1923 fols. 157 r – 157 vº. Acta de 13 de octubre.
15.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 4, 1924.
16.   Ibid. Acta de 5 de marzo.
17.   Ibid. fol. 86 r. Acta de 9 de marzo.
18.   Ibid. Acta de 6 de abril.
19.   Ibid.
20.   Ibid. Acta de 15 de julio.
21.   Ibid. Acta de 21 de agosto.
22.   Ibid.
23.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, Carpeta 5, 1926 – 1929 y legajo 6 carpeta 1 1929 – 1931.
24.   “Historia de España”…
25.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 5, carpeta 4, 1924.
26.   Archivo Parroquial de la Iglesia de Santiago (en adelante A.PS.LL), Carpeta nº 28. Libro de Visitas Pastorales 1877 – 1955, fol. 21 vº de fecha 25 de abril de 1922.
27.   Ibid. fol. 22 vº de fecha 1 de octubre de 1955.
28.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 6, carpeta 1, 1929 – 1931. Actas de 24 y 27 de febrero de 1930.
29.    Ibid. Acta de 23 de abril de 1930.
30.   “Historia de España…”
31.   “Historia de Extremadura”. Tomo IV. Los tiempos actuales. Juan García Pérez – Fernando Sánchez Marroyo – Mª Jesús Merinero Martín. Universitas Editorial. Biblioteca Básica Extremeña. 1985.
32.   Gran Enciclopedia Extremeña. Varios autores. Tomo VIII. Ediciones Extremeñas, 1992.
33.   “Historia de España…”
34.   “Historia de Extremadura…”
35.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 6, carpeta 1, 1929 – 1931. Acta de 5 de junio de 1931.
36.   Ibid. Acta de 16 de junio de 1931
37.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 6, carpeta 2, 1931. Acta de 1 de septiembre de 1931.
38.   Gran Enciclopedia Extremeña…
39.   “Historia de España…”
40.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 6, carpeta 2, 1931 – 1932 , fol.. 99 r. Acta de 18 de febrero de 1932
41.   “Humilladeros, cruces y hornacinas. Manifestaciones de la religiosidad popular” Galindo Mena, Julio. Revista de Fiestas Patronales 1999.
42.   “Historia de España…”
43.   Gran Enciclopedia Extremeña…
44.   “Historia de España…”
45.   Gran Enciclopedia Extremeña…
46.   “Historia de Extremadura…”
47.   Gran Enciclopedia Extremeña…
48.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 7, carpeta 1, 1934 (2). Fol. 22 vº Punto 10º del Acta de 5 de septiembre de 1934.
49.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 6, carpeta 6, 1934 (1), punto 8º del Acta de 20 de marzo de 1934
50.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 6, carpeta 6, 1934 (1)
51.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 6, carpeta 6, 1934 (1), fol. 99 r punto 15º del Acta de 6 de agosto de 1934.
52.   A.H.M.LL. Libros de Actas Capitulares, legajo 7, carpeta 6, 1934 (2), fol. 6 r del Acta de 13 de agosto de 1934.


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