sábado, 12 de enero de 2019


Título: “El “tesoro” de Nuestra Señora de la Granada”
Autor: Eliseo Godoy García
Publicado en: Revista de Fiestas Patronales 1997, pág. 32 – 39.

                El culto a Nuestra Señora a inicios del cristianismo tuvo muy poca difusión siendo muy escasos los lugares donde encontramos restos de su presencia.

“El auténtico culto a la Virgen en Occidente estalla masivamente a fines del XI, se expande a lo largo de los siglos XII y XII y se estabiliza… con una implantación cada vez más popular , a partir del siglo XIV”.1

                La denominación genérica que recibe es de “Señora Sancta María”2. Es en esta época cuando proliferan las diferentes apariciones de imágenes de la Virgen María en los lugares más insospechados: árboles, cuevas, ocultas en la tierra, campanas, etc. Estas apariciones eran reveladas a personas sencillas como pastores; a personajes de “sangre azul” y, raramente, a eremitas y anacoretas. Y con Ellas las mil y una leyendas que las rodean y, también, las infinidades de ofrendas – velas, panes, ermitas, joyas,, vestidos, etc. -, fruto de las diversas concesiones obtenidas por su intercesión o de las peticiones realizadas. Todo esto hizo que las imágenes marianas se rodearan de un patrimonio extenso, las más afortunadas, y de lo más variopinto, a cuyo cargo se nombraban Mayordomos con la función de vigilar, custodiar y preservarlo para las futuras generaciones. Dejamos, conscientemente, a un lado todo el simbolismo que pueda y puede tener los diversos objetos de este patrimonio. Los cuales ya fueron analizados en un anterior artículo publicado en esta Revista de Fiestas.3

                Centrados en el culto a Nuestra Señora en Llerena, Ruiz Mateos nos aporta que hubo cuatro ermitas a Ella dedicada:

“Nuestra Señora de la Concepción, Nuestra Señora de la Concepción en Maguilla, Nuestra Señora del Rosal y Santa María de la Espada”4

si bien tan sólo una, Nuestra Señora de la Concepción, estuvo ubicada en lo que es el núcleo de población y las otras tres en sus alrededores. No está contabilizado el culto a Nuestra Señora de la Granda, ya que poseía una iglesia dedicada a Ella.

                Y en esta iglesia, llamad en muchos documentos como Iglesia Mayor, el culto a Nuestra Señora de la Granada gozaba el fervor de todo el pueblo. A Ella se recurría para obtener favores; para agradecer los favores concedidos; para implorar su auxilio en los días de peste, sequía o de guerra; para rezarle; para celebrar fiestas en su honor -  generalmente a base de fiestas de toros -; o se sacaba en procesión por las calles de Llerena. En correspondencia, el pueblo o personas particulares, donaban toda clase de bienes a la Virgen, desde joyas, vestidos, sayas – con las cuales era engalanada la imagen de Nuestra Señora pues así lo testimonia “le dan muchos vestidos de mucha estima, que se pone y a puesto”5, e incluso se le llegaron a donar hasta tierras, como más adelante tendremos ocasión de ver. Sin embargo, el hecho de vestir a las imágenes de culto no fue del todo bien visto, por cuanto se dictaron varias disposiciones prohibiéndolo. Así se comprueba que en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Granada se adopta la siguiente disposición:

“en ninguna proçision se saque ymagen alguna de Nuestra Señora o de otra santa vestida, y si algun mayordomo siendo tan mal cristiano no temiere el pecado que comete por yr contra lo que es mandado, y teniendo en poco la pena que le queda puesta en sacar ymagen alguna vestida en alguna proçision mandaron que los curas no hagan la tal proçision, ni asistan en ella en virtud de santa obidiençia con yntencion de obligarles a pecado mortal, so pena de un maravedí de penitencia si no ynpidiere y estorvare la tal proçision y consintieren que se haga, y mandaron a todos los sacerdotes que no asistan en la tal proçision, so pena de diez ducados”.6

                Sin embargo, el hecho de donar tanto de vestidos, enseres, etc. a la imagen de Nuestra Señora de la Granada no fue siempre así. Es más, las donaciones que se producen irán encaminadas en especie para actos del culto o en dineros para sufragarlos.   Muchos son los documentos, tanto del siglo XVI como del XVII  que lo corroboran, y tan solo nos limitaremos a algunos de ellos por poner significativos ejemplos. Así ocurre que el Cabildo de Llerena acuerda el 25 de febrero de 1630 en socorrer a la Patrona con algún dinero7; el Cabildo de Llerena acuerda el 10 de mayo de 1635 dar libranza de cera para la Virgen de la Granada8; lo mismo ocurre el 13 de agosto de 1635 cuando el Cabildo citado acuerda dar libranza de cera para la octava de Nuestra Señora de la Granada9; el 30 de septiembre de 1642 , puesto que por la baja de la moneda se han aminorado mucho las limosnas se acuerda por parte del Cabildo de Llerena dar de limosna 200 reales para el aceite de las lámparas10; y, por último, el 19 de diciembre de 1644 se da de limosna por parte del Ayuntamiento para dorar el nuestro retablo mayor de la Iglesia de la Granada11.

                No obstante, por la documentación consultada, todo apunta que es a finales del siglo XVII y, sobre todo, el siglo XVIII, cuando la devoción a Nuestra Señora de la Granada se reaviva – si es que en algún momento decayó -, y con ello el aumento del patrimonio debido fundamentalmente a las donaciones que se producen por parte de particulares.

                En las investigaciones llevadas a cabo sobre este tema, un hecho que siempre se comenta es que la Virgen de la Granada tenía un “tesoro” incalculable, llegándose incluso a decir que era mucho más grande que el de la Virgen de Guadalupe tanto por su valor artístico, histórico, devocional como económico. Muchos de mis contertulios terminaban diciendo que este “tesoro” se perdió, en su mayoría, en el terrible incendio de la parroquia en 1936; otros, por el contrario, argumentaban que desapareció misteriosamente mucho antes del incendio en previsión de los acontecimientos que estaban por llegar, cuyo lugar nadie conoce. Sea como fuere, este “tesoro” admirable ha desaparecido casi en su totalidad y sólo se conservan algunos elementos, afortunadamente descritos por varios inventarios siendo su localización bastante asequible.

                Al hilo de esto, ha llegado hasta nosotros un documento de gran valor12, inédito, siendo fechado en la ciudad de Llerena a veinticinco de octubre de mil ochocientos ochenta y siete, por el cual se hace un extensísimo de las alhajas y ornamentos pertenecientes a Nuestra Señora de la Granada y a la parroquia de esta advocación. El documento en cuestión consta de 20 folios, escritos a mano y rubricados por todos los asistentes redactores de dicho documento. Se compone de varios apartados haciendo referencia a las alhajas y ornamentos del Iltmo. Sr. Obispo; alhajas pertenecientes a la Virgen; Altar de Reliquias; ornamentos blancos, encarnados, verdes, morados y negros; ropas de la Virgen; ropa blanca; mobiliario; u documentación diversa. La estructura de este documento que estamos mencionando es un tanto irregular, por cuanto en unos aspectos hace referencia específica al Inventario de la Virgen y, en otros casos no se sabe bien si es de la Virgen o de la parroquia. De todas formas y dado que publicarlo rebasaría los límites propios de esta Revista, nos centraremos en aquellos que vienen señalados como específicos de la Virgen, dejando para otra ocasión los demás detalles de este Inventario de 1887.

                Como decíamos en líneas más arriba este Inventario de 1887 es rubricado por todos los asistentes, siendo redactado por D. Diego Sancho, Presbítero, y por D. Antonio Zambrano y Vargas, ambos Mayordomos de la Iglesia parroquial de Santa María de la Granada, interviniendo como perito el platero D. José Regino y Seoane. Testigos de esta firma aparecen D. Manuel Eugenio de Castro y D. Juan Bautista Bravo

                De igual modo y dado el carácter extraordinario de este Inventario, aparecen recogidos de forma detallada las alhajas y ornamentos que en su tiempo fueran del Iltmo. Sr. Obispo D. José Casquete de Prados, siendo su albacea testamentario D. José Genaro Aparicio, los cuales

“quedan en depósito y para el servicio de la apercibida Iglesia, y por el tiempo que estimase conveniente sin que, sobre ello pueda ponérseles obstáculo ni dificultad por parte de los Señores a cuyo cargo se hallasen, y que caso de no disponer otra cosa, quedan para siempre donadas a la Virgen (el subrayado y en negrita es nuestro) por ser esta la voluntad de su Señoría Iltma. conforme en todo a las cláusulas del testamento otorgado por dicho Señor Iltmo.

                Exponemos a co0ntinuación, de manera literal, los apartados correspondientes al Inventario de Nuestra Señora de la Granada.

                1.- Alhajas pertenecientes a la Virgen de la Granada.

o        Seis blandones de plata con peso de ciento sesenta y siete libras, armados con tacos de madera y barras de hierro
o        Un cáliz de plata pequeño, con peso de una libra y cuatro onzas y media.
o        Una naveta con cucharita de plata con un peso de diez y siete onzas.
o        Una calderita de plata con peso de tres libras y once onzas.
o        Un hiposo de madera vestido de plata con peso de ocho onzas.
o        Tres sacras de madera vestidas de plata con peso de diez y siete libras y dos onzas.
o        Cuatro candeleros de plata con sus barras de hierro con un peso de veinte y siete libras y ocho onzas.
o        Una media luna de plata que la tiene puesta la Virgen.
o        Un plato de plata grande con dos asas, su peso cinco libras y diez onzas.
o        Dos platos pequeños con sus vinageras con peso de veinte y nueve onzas.
o        Dos arañas con sus cubillos de plata y barritas de hierro con peso de trece libras y trece onzas.
o        Un plato pequeño de plata con peso de libra y media.
o        Una bacia de plata con peso de dos libras y catorce onzas.
o        Una jarra de plata con peso  de dos libras y seis onzas.
o        Una cruz de plata sobredorada, su peso cinco libras con armazón de madera y hierro.
o        Otra cruz parroquial de plata sobredorada, su peso doce libras y trece onzas, con armazón de madera y hierro.
o        Otra idem de plata, rellena de madera, con peso de once libras y doce onzas.
o        Un par de vinageras dorada con su plato de plata, con peso de una libra y trece onzas.
o        Una campanilla de plata sobredorada, con peso de siete onzas. 
o        Un cáliz sobredorado con patena y cucharita, metido en un estuche, con peso de dos libras y nueve onzas.
o        Otro idem de plata sobredorado, sin patena con peso de dos libras y nueve onzas.
o        Otro idem de plata labrado, con peso de una libra y doce onzas.
o        Otro idem de plata, dorado, con peso de dos libras y cuatro onzas.
o        Otro idem de plata con peso de dos libras y cuatro onzas.
o        Otro iden de plata con adornos blancos, con peso de dos libras.
o        Otro iden de plata liso con peso de una libra y trece onzas.
o        Otro idem blanco, con peso de una libra y siete onzas.
o        Otro idem blanco con peso de una libra y cuatro onzas.
o        Otro idem blanco con peso de una libra y cuatro onzas.
o        Otro idem blanco con peso de catorce onzas.
o        Otro idem blanco con peso de nueve onzas.
o        Otro idem blanco roto, compuesto de cuatro piezas, con un peso de una libra y tres onzas y media.
o        Otro idem también de plata, sin patena una cucharilla, con peso de catorce onzas, cuyo cáliz pertenecía a la Curia Ecca. y se recogió cuando se agregó este Priorato al Obispado de Badajoz.
o        Otro idem de plata con peso de una libra y nueve onzas que regaló D. Franco [Francisco] Maesso a la Parroquia.
o        Diez patenas de plata doradas, con peso de veinte y nueve onzas.
o        Una idem de cobre.
o        Una palmatoria de plata con peso de seis onzas.
o        Un puntero de plata con peso de dos onzas y media.
o        Un trono de madera forrado de plata, sin poder precisar su peso, adornado con veinte ángeles de diferentes tamaños, diez y ocho de plata y dos de bronce, seis de aquellos se conoce han tenido palmatorias que hoy no existen.
o        Dos (ilegible) de plata, con peso de tres libras y diez onzas.
o        Una llave de plata para el Sagrario con peso de una onza.
o        Dos viriles con sus custodias de plata, el pequeño con peso de tres libras, no pudiendo consignarse el peso del otro por estar con el Sacramento.
o        Una caja de plata para administrar el Viático, que tampoco se puede consignar el peso por estar con las formas.
o        Un copón grande de plata con su cubierta, y en el final una cruz con su crucifijo que también está en el Sagrario con formas.
o        Un frontal de plata de madera forrado de plata con faltas de algunos adornos.
o        Un atril de madera forrado de plata con peso de ocho libras.
o        Dos ciriales de plata compuesto de seis canutos y seis nudos cada uno, con sus correspondientes cebollas y estas de ocho piezas.
o        Una barra igual a los anteriores para la cruz parroquial, compuesto de seis canutos cincelados y los nudos lisos.
o        Un salero de plata con peso de tres onzas.
o        Un cacito de plata para bautizar con peso de tres onzas.
o        Cuatro ampolletas de plata, dos unidas, que sirven para los óleos del bautismo y los otros dos par los enfermos, con punteros del mismo metal, no pudiendo fijarse el peso por estar ocupado con los otros.
o        Una diadema de plata y unas potencias del mismo metal que pertenecen a S. Antonio y al Niño, su peso tres onzas.
o        Un plato de plata con la Imagen de Nuestra Señora, con un peso de dos libras y nueve onzas.
o        Un copón pequeño de plata, su peso siete onzas, cuya alhaja pertenece a la Iglesia de Canta el Gallo.
o        Dos incensarios de plata, con peso de cuatro libras y doce onzas con sus cascos de cobre.
o        Una granada de plata, de plata sobredorada, con peso de ocho onzas y media.
o        Otra idem de oro con piedras de granate, con peso de dos onzas y tres adarmes.
o        Una custodia o viril de plata cuya alhaja está guarnecida con piedras de cristal imitación de diamantes, a excepción de diez y nueve esmeraldas finas y las amatistas y topacios que también lo son, según el reconocimiento y examen que ha practicado en dicha alhaja el perito platero D. José Regino.
o        Cuatro (ilegible) de madera forrado de plata, con peso de catorce libras y quince onzas.
o        Un plato y vinagera dorada, sin campanilla, de plata, con peso de dos libras y quince onzas, perteneciente a la Virgen del Rosario.
o        Cuatro candeleros de plata, con peso de cuatro libras y dos onzas, pertenecientes también a la ante dicha Virgen.
o        Un cáliz con patena y cucharita de plata, con peso de una libra y tres onzas, cuyas alhajas fueron entregadas por Doña Feliciana Paniagua.
o   Una (ilegible) de plata, con peso de una onza y dos adarmes.
o   Una diadema de plata, con peso de dos onzas y un adarme.
o   Una cruz de plata de doce onzas y diez adarmes.
o   Una patena de plata, de una onza y doce adarmes.
o   Una patena de plata de una onza y doce adarmes, (ilegible) alhaja perteneciente a Luis Crispín fueron entregada por D. Daniel (ilegible) con un estandarte de damasco encarnado (ilegible), una capa de terciopelo, las caídas y mangas de las (ilegible) y almohadilla de la capa se han hecho cuatro cojines para el Santísimo y del estandarte una  (ilegible).
o   Tres platos de plata, pertenecientes a la Cofradía de Ánimas, con peso de tres libras y media, debiendo advertir que el grande tiene cogida la plancha que representa el cuadro de la Ánimas con una arandela (ilegible) tuercas de hierro.
o   Un aderezo de topacio grande que le faltan tres piedras con su estuche.
o   Una pieza de collar de diamantes, rubíes y esmeraldas de plata con cruz de Santiago, su peso quince adarmes.
o   Una pieza de collar de oro, con un peso de trece adarmes y medio con esmeraldas que figura un lazo con otra piececita que se prende en el lazo en forma de cruz, también de esmeralda de buen color.
o   Una placa de oro con la cruz de Santiago, con peso de quince adarmes y medio esmaltada y con treinta y seis esmeraldas de buen color, siendo la del centro del tamaño de una avellana.
o   Un alfiler de pecho, de forma de palo con unas esmeraldas y buenos esmaltes de varios colores, faltándole la rosa de los vientos y pesa veinte y seis adarmes y medio.
o   Otro aderezo de oro con peso de veinte y seis adarmes, con esmeraldas finas y falsas, piedras de cristal de roca imitando los brillantes, esmaltado todo por el reverso, advirtiendo que le falta una esmeralda en el último colgante, y los dos centros son de plata los ángulos y las esmeraldas falsas.
o   Otro de plata de espejetes, con peso de trece adarmes.
o   Otro de oro con esmeraldas, su peso veinte adarmes.
o   Una crucecita de oro con esmeraldas, su peso adarme y medio.
o   Unos pendientes de oro con diez y seis diamantes todas, su peso media onza.
o   Una pieza de collar de oro con peso de siete adarmes con esmeraldas, y dos rubíes faltándole una rosa esmaltada.
o   Dos pares de pendientes de lazos de oro con esmeraldas, su peso once adarmes y medio.
o   Dos piezas de collar de oro con peso de ocho adarmes y veinte y cuatro gramos con esmeraldas que formas cruces.
o   Unos pendientes de oro con perlas finas, su peso cuatro adarmes y medio.
o   Un S. Antonio de oro con peso de catorce  adarmes escasos, esmaltado y dos amatistas.
o   Un relicario con su cadena de plata sobredorada, con peso de treinta y tres adarmes.
o   Otro de plata filigranado, con peso de doce adarmes.
o   Un adorno de oro con perlas con un retrato en el centro, su peso de diez adarmes escasos.
o   Otro idem de oro con perlas con dos retratos, su peso catorce adarmes.
o   Otro idem de oro guarnecido de perlas y una Dolorosa, su peso doce adarmes.
o   Otro idem de oro guarnecido de perlas y cuentas negras y en el centro tiene una imagen de la Concepción, su peso veinte adarmes y veinte y cuatro gramos.
o   Una imagen de nácar guarnecida de oro y perlas, su peso cuatro adarmes y medio.
o   Una María de oro, rosas esmaltadas en varios colores en perlas finas, el centro de las rosas de granate, su peso dos onzas y tres adarmes.
o   Un Lignum Crucis de plata filigranada, su peso diez adarmes. Una joya de plata con unas cruces de oro con diamantes, rubíes finos y piedras de cristal imitación, su peso quince adarmes.
o   Una cruz del Santo Oficio, guarnecidas de diamantes, esmeraldas y rubíes, su peso nueve adarmes.
o   Un aderezo de plata y cristal de roca con rubíes y la cruz de Santiago, su peso seis adarmes y medio.
o   Un alfiler de oro con piedras de amatistas, su peso once adarmes.
o   Un navío de oro esmaltado, su peso incluida la cinta con que está atado, veinte y siete adarmes.
o   Un caimán de oro esmaltado, figura de un ídolo del paganismo, con una perla en el centro con granates y esmeraldas, su peso con la cinta diez y siete adarmes.
o   Una cruz de oro con diamantes, le faltan unas piedras, y su peso es de cinco adarmes y medio.
o   Unos pendientes lazo de topacio entrefinos con tres colgantes, su peso veinte adarmes.
o   Una palma de oro, imitación de diamante, con faltas de dos piedras, su peso cinco adarmes.
o   Un corazón de critalo guarnecido de plata filigranada, su peso diez y siete adarmes.
o   Cuatro piezas de pulseras figurando eses con piedras de francia y rubíes fingidos, su peso diez adarmes.
o   Tres esmeraldas guarnecidas de oro, su peso un  adarme.
o   Unos pendientes de plata con piedras de francia, su peso diez y ocho adarmes.
o   Un rostrillo de oro filigranado, con un círculo de piedras finas, el centro guarnecido de piedras de francia y rubíes fingidos y una amatista arriba, su peso incluso incluidas las cintas cuatro onzas.
o   Otro rostrillo de plata sobredorada cincelada con piedras de francia, rubíes y amatistas fingidos, su peso con las cintas y almohadillas, siete onzas y media.
o   Unos aretes pequeños de medio oro con topacio.
o   Unos pasadores de puño de plata chapados en oro, con piedras verdes y blancas, su peso dos adarmes escasos.
o   Una cruz de oro con esmeraldas, con peso de dos adarmes y veinte gramos.
o   Una corona de plata dorada, su peso cuarenta y siete onzas.
o   Otra corona de plata dorada, su peso cinco onzas.
o   Una cruz de plata, rota, de San Marcos, su peso seis onzas y media.
o   Un relicario de plata con piedras falsas y peso de veinte adarmes.
o   Otro también de plata con varias reliquias, peso once adarmes. Regalo de D. José Bacos.
o   Una cadena de oro de lentejuelas, con un clic figurando una lente con peso de veinte y cinco adarmes. Regalo de Doña María del Carmen Pacho, viuda de D. Luis Baca, hecho en Agosto de 1.886.


                                                       Antigua peana desaparecida el 5 de agosto de 1936


                2.- Clasificación de las sortijas y anillos.

o   Una sortija de oro, flor de rubíes, en el centro unas esmeraldas y cuatro diamantes.
o   Otra idem de oro con tres rubíes y cerco de diamantes de tapa, forma corazón.
o   Otra idem forma ramo de esmeraldas.
o   Otra idem (ilegible) cordobesa con varias esmeraldas.
o   Otra sortija del mismo dibujo con mejores esmeraldas.
o   Otra idem tresillo con dos diamantes y una esmeralda en el centro.
o   Otra idem dibujo árabe, engaste cuadrado y unas esmeraldas en el centro.
o   Otra idem triangular, legítimo árabe.
o   Tres idem estilo árabe, engaste cuadrados con unas esmeraldas (ilegible) una en el centro.
o   Otra idem cintillo con cinco esmeraldas pequeñas.
o   Otra idem lazo de diamantes.
o   Un cintillo solitario de diamante pequeño.
o   Dos idem estilo árabe, con piedras imitación a brillantes. trOtra idem cintillo con cui  
o   Una sortija estilo árabe con tres amatistas.
o   Otra cordobesa aro ancho calado con un topacio del Brasil.
o   Otra idem topacio brasileño topes de (ilegible) al estilo árabe.
o   Un cintillo tresillo de topacios brasileños.
o   Otro idem topacio brasileño de primera cuadrado.
o   Otro idem topacio pequeño de primera cuadrado.
o   Otro idem de amatista, forma corazón, tope de perlas.
o   Las veinte y tres sortijas reseñadas pesan treinta y seis adarmes y veinte gramos, incluso los cordoncillos de seda donde están cogidas.
o   Una sortija aro ancho flor de plata con diamantes aro de medio oro sevillano.
o   Otra idem de oro con piedras falsas sevillana.
o   Tres cintillos de medio oro con topacio falsos dos y el otro sin piedras.
o   Una sortija alianza de medio oro.
o   Tres idem alemanas.
o   Otra de plata, forma tejas con piedras falsas, del siglo XVII con peso de cuatro adarmes.
o   Una batea de plata real que está en el Sagrario.
o   Dos cofrecitos de conchas.

                3.- Altar de Reliquias

                Desgraciadamente no se describen la mayoría de las Reliquias desconociendo, por tanto, de quiénes son. Igualmente tampoco se hace mención dónde se encontraban si en el Camarín de la Virgen, en las habitaciones que rodean al Camarín15, en el antecamarín o en cualquier otro lugar. Suponemos que estarían colocadas en un pequeño armario-vitrina a semejanza de los que podemos encontrar en otras iglesias. De las mismas sólo se hace referencia a un pequeño cofre donde se custodiaban los documentos acreditativos de ellas.

o   Cinco custodias de plata filigranadas, su peso con las cintas y reliquias dos libras y diez onzas.
o   Otra custodia de plata lisa, su peso con cintas y reliquia seis onzas.
o   Otra reliquia de plata, su peso siete onzas.
o   Una cruz de plata filigranada, su peso con cintas y reliquias once onzas.
o   Cuatro manos de madera con sus reliquias.
o   La reliquia de Santa Úrsula.
o   Otra idem de San Lorenzo.
o   El Castillo de Figueras.
o   Un cofrecito que tiene credenciales o documentos de las reliquias.
o   Dos potencias de plata real, peso de veinte y dos adarmes del Sor. [Señor] del Socorro.
o   Dos bustos de bronce con la efigie de Nuestra Señora.

                En la relación del Mobiliario no aparece especificado que hubiera un mueble para las Reliquias. Todo lo más se describe “Un escaparate grande para los cálices, que está en la Sacristía”. ¿Se guardarían aquí las Reliquias?


                4.- Ropas de la Virgen

                                             Foto propiedad de Teresa Montero Chaves. Copia por Joaquín Merchán Romero

o   Un vestido blanco de seda guarnecido de plata con su correspondiente manto con ramos dorados y puntillas de idem.
o   Otro idem blanco de raso bordado se seda e hilillo de plata con su manto de lo mismo.
o   Otro idem azul de seda de medio tisú con grabados de seda y plata dorada, guarnecido de galón dorado con su correspondiente mando de lo mismo.
o   Otro morado bastante deteriorado guarnecido de puntillas doradas con su correspondiente manto de lo mismo.
o   Otro idem verde con tejido de plata y seda guarnecido de puntillas doradas con su correspondiente manto de lo mismo.
o   Otro idem de damasco blanco liso guarnecido de puntillas muy anchas de plata con su correspondiente manto también con puntillas de plata más estrecha.
o   Un manto de terciopelo encarnado guarnecido de galón de oro y por partes puntillas de lo mismo.
o   Un vestido encarnado de seda con tejidos de oro y plata.
o   Un manto de seda verde tejido de plata y oro.
o   Una delantera de seda encarnada con puntillas de plata.
o   Un vestido de seda blanco con ramos realce guarnecido con puntilla de oro falso.
o   Un vestido de seda liso color tórtola, guarnecido de puntilla de oro falso.
o   Otro vestido de medio tisú verde con tejido de oro y plata con su correspondiente manto de lo mismo.
o   Un vestido de seda azul de medio tisú con tejido de plata, guarnecido de puntilla de idem, con su correspondiente manto igual.
o   Otro idem de seda azul con puntilla más ancha.
o   Otro idem blanco de medio tisú, tejido de oro y seda y guarnecido de puntilla dorada con su manto igual.
o   Otro morado con tejido de oro y guarnecido con fleco de lo mismo, con su correspondiente manto.
o   Otro idem blanco de tisú con ramos de oro guarnecido de puntilla también de oro con su correspondiente manto igual.
o   Un vestido de seda blanco guarnecido de puntilla dorada falsa, regalo hecho por Doña Modesta Fernández.
o   Unos faldones de las andas bordado de oro y seda y guarnecido de puntillas de oro.
o   Cuatro mangas y cuatro almohadillas para las andas.
o   Dos pares de (ilegible) de gró blanco bordados de oro guarnecidos con puntilla de seda blanca.
o   Dos camisas del Niño bordadas.
o   Dos idem de la Virgen.
o   Dos pares de enaguas blancas.
o   Un mantillón de seda blanco con puntilla de oro.
o   Dos cortinas de damasco amarillo con galón de plata.
o   Dos idem encarnados guarnecidos de galón de seda amarillo.
o   Dos idem de lana color lila.
o   Una toalla de hilo calada.
o   Dos sobretocas  y (ilegible) que regaló a la Virgen D. José Baca.
o   Una toquilla de raso bordado en oro y unos (ilegible) para la Virgen y el Niño también de raso bordado en oro.
o   Una sobretoca de tul para diario.
o   Un pañuelo de (ilegible) regalo de Doña Guadalupe Torres.

                5.- Otros
               
                En este apartado vamos a incluir aquellos elementos que tienen relación con la Virgen de la Granada, o son utilizados en algún momento y no se especifican si pertenecen a la misma o a la parroquia.

o   Un catrecillo para la colocación del manto de la Virgen.
o   Un arcón grande donde está el trono de plata.
o   Un lienzo con su  marco dorado de Nuestra Señora de la Granada
o   Estuche donde se encuentra el traje bueno de la Virgen.
o   Una tarima de madera que sirve para colocar a la Virgen cuando [falta en el original].
o   Dos planchuelas de bronce para litografiar la estampa de la Virgen.


                6.- Documentación

o   Legajo número primero, escrituras de censos a favor de la Virgen que contiene setenta y nueve documentos
o   Otro legajo marcado con el número dos que comprende las escrituras de pertenencia de censos marcados con los números desde el uno al veinte y siete inclusives.
  • Otro marcado con el número tres que comprende varias escrituras a favor de la Virgen.
  • Otro número cuatro con cincuenta y siete títulos de fincas marcadas por orden de número desde el uno al cincuenta y siete inclusives.
  • Otro número cinco que comprende también documentos de pertenencia de fincas y censos.


                Un dato que deseamos reflejar y que es totalmente desconocido por todos es sobre el famoso báculo del Iltmo. Sr. Obispo Don José Casquete de Prados y Botello, que tan magistralmente ha estudiado el Rvdo. D. Antonio Luis Martínez16. El dicho báculo, según el Inventario que estamos reseñando algunas de sus partes, fue donado a la Virgen por dicho obispo. Así se desprende, cuando en el citado Inventario se notifica que falta el mismo “que donara a la Virgen el Iltmo. Señor obispo don José Casquete de Prados…”. Del mismo modo y en Nota añadida  de fecha de dos de febrero de mil ochocientos ochenta y ocho se dice: “el Señor D. Franco (Francisco)  Carrasco, cura Párroco de esta Iglesia de Santa María de la Granada, hizo entrega a los Mayordomos de Nuestra Señora del Báculo pastoral que obraba en poder del Iltmo. Sr. Obispo de esta Diócesis”.

                               Báculo del Iltmo. Señor obispo don José Casquete de Prados. Foto Rvdo. Antonio Luis Martínez

                Ante la enumeración de objetos de este Inventario una pegunta nos asalta de inmediato ¿sería este el “tesoro” al que se referían mis contertulios? Difícil saberlo aunque no  imposible, ya que en un futuro no muy lejano es el realizar una comparativa entre este de 1887 y el actual.

                Decíamos al principio que a la Virgen de la Granada a lo largo de los siglos se le ha hecho un gran número de donaciones. Afortunadamente tenemos constancia de muchísimas de ellas que dejaremos para otra ocasión. Pero en este momento nos gustaría reflejar una muy significativa y que, creemos, ha llegado a nuestros días. Se trata de la donación de un Estandarte por parte de los labradores de Llerena17.

                Efectivamente. El 14 de agosto de mil ochocientos noventa y seis en la sacristía de la Iglesia de Santa María de la Granada se hacía donación de un maravilloso Estandarte de la cual se levantaría un Acta. Este Acta consta de cuatro folios, escritos a mano, timbrados con el sello de la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre y con una póliza de dos pesetas. Al final de la misma aparecen las rúbricas de todos los asistentes. Transcribimos íntegramente dicho Acta.

ACTA EN LA QUE CONSTA QUE A LA PATRONA DE LLERENA NUESTRA SEÑORA DE LA GRANADA SE LE REGALA UN HERMOSO ESTANDARTE BORDADO EN ORO POR LAS RELIGIOSAS DEL CONVENTO DE SANTA CLARA DE ESTA CIUDAD

“ En la Ciudad de Llerena a catorce de Agosto de mil ochocientos noventa y seis; siendo las cinco de la tarde reuniéronse en la Sacristía de la Santa Iglesia de Nuestra Señora de la Granada, los Sres. Don Francisco Carrasco, cura Párroco y Arcipreste de la misma, Don José Palacio y de la Puente, Alcalde y Presidente de este Ayuntamiento, Don Diego Romero Sancho, Sacerdote y Mayordomo eclesiástico de la Santísima Virgen de la Granada, don José Vázquez y Martín, síndico de este Municipio y Mayordomo Seglar de Nuestra Santa Patrona ambos nombrados por la Muy Noble Corporación ya mencionada y una comisión de labradores compuesta por Juan Sabido Rafael, Antonio Delgado, Gregorio Galán, Ulpiano Sabido y Juan Cañamares, quienes manifestaron a las Autoridades eclesiástica y local y Mayordomos presentes que con motivo de la pertinaz sequía que tanto se dejó sentir en toda España durante el Invierno y Primavera pasados se habían asociado en esta Población todos los de su clase respondiendo a un sentimiento unánime de sus convecinos y acordaron implorar de la Santísima Virgen por medio de rogativas públicas que remediáse la desgracia que a todos tanto perjudicaba, para cuyo objeto y a fin de sufragar los gastos que esto originase, contando con el poderoso auxilio de los Sres. Cura Párroco y Sacerdotes les prestaban generosamente, acordaron entre todos los vecinos sin excepción alguna, cierta cantidad que llegó a ser excesiva, sobrando por tanto después de satisfechos los gastos, una buena suma, que han empleado haciéndose intérpretes del deseo de los donantes, con un magnífico Estandarte, cuya confección encargaron a las Monjas religiosas del convento de Santa Clara de esta Ciudad, quienes lo han bordado con oro en tela de raso de seda blanca, sin interesar nada por el trabajo primorosísimo empleado. Dicha Insignia que está forrada de rojo por el reverso y adornada de un grueso cordón y cinco bolas de seda y oro, ostenta en su frontal una Imagen de Nuestra Santísima Patrona pintada al óleo por Don Antonio romero Sancho y orlada con el riquísimo bordado de que antes se hace mérito.

Manifestaron además que era deseo del pueblo entero que esta alhaja se regalase a la Virgen para quien se había hecho, en prueba del afecto filial que le profesan todos los hijos de Llerena y que cumpliendo con él, la entregaban en este acto para que se la agregasen al inventario de las demás que posee la Virgen y juntamente con ellas se custodiase en el Augusto Templo.


Por los Sres. Mayordomos se aceptó el riquísimo presente y se dieron las más expresivas gracias en nombre de las Autoridades que representaban.

Acto seguido los Sres. que componen la Comisión de labradores hicieron entrega al Mayordomo Don Diego Romero Sancho de una caja de madera que contenía el ya descrito Estandarte prometiéndose por este Sor que en el procesión de mañana día de la Virgen se estrenaría.

Con lo que se dio por terminado el acto, no sin antes acordarse por todos los concurrentes que se expidan tres ejemplares de este acta: uno para que se archive en la Iglesia, otro para que forme parte de los documentos de esta índole que se custodian en el Ayuntamiento y otra, para que la comisión de labradores justifique antes su convecinos la entrega; firmándose por todos la  presente”.

                Seguidamente aparecen las firmas de todos los nombrados a inicios del Acta a excepción de D. Juan Sabido Rafael y D. Juan Cañamares por los cuales firma D. Celestino Rafael al no saber firmar aquellos.

                                Simpecado actual de la Hdad. de María Santísima de la Granada. Foto Eliseo Godoy García


                Por la descripción, estilo y características de este Estandarte, Sine Labe o Simpecado, nos hace recordar al que actualmente posee la Hermandad de La Santísima Virgen de la Granada, con algunas reformas, pero no tenemos documentos que avalen esta hipótesis. Por transcripción oral siempre se ha dicho que este Estandarte “es muy antiguo”.



RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

1.       GARCÍA ATIENZA, JUAN: “Nuestra Señora de Lucifer. Los misterios del culto a la Madre de Dios”. Martínez Roca, 1991.
2.       Ibid.
3.       GODOY GARCÍA, ELISEO: “simbología y ornamentación de Nuestra Señora de la Granada“  Revista de Fiestas Patronales, 1996, págs. 24 – 33.
4.       RUIZ MATEOS, AURORA Y OTROS: El Arte y Religiosidad popular. Las ermitas de la Baja Extremadura (siglos XV – XVI)”. Departamento  de Publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz. Badajoz, 1995.
5.       AHN, OOMM, Libro 1019 C, fol. 67 r. Mencionado por Ruiz Mateos en “El Arte y Religiosidad popular…”
6.       AHN, OOMM, Libro 1012 C, fols. 229 – 230 r; Mencionado por Ruiz Mateos en “El Arte y Religiosidad popular…”
7.       Archivo Histórico Municipal de Llerena (en adelante A.H.M.LL): legajo 437, Carpeta 1, fols. 146 vº - 148 r.
8.       A.H.M.LL: legajo 438, Carpeta 1, fols. 30 r – 30 vº. 
9.       A.H.M.LL: legajo 438, Carpeta 1, fols. 59 vº - 61 r
10.   A.H.M.LL: legajo 438, Carpeta 1, fols. 597 r – 599 r
11.   A.H.M.LL: legajo 441, Carpeta 1, fol. 147 r.
12.     Este documento me fue proporcionado por D. Luis Garraín. Desde estas páginas agradezco su colaboración totalmente desinteresada. El documento contiene el siguiente encabezamiento: “Ciudad de Llerena, Año 1887. Inventario de las Alhajas y Ornamentos pertenecientes a Nuestra Señora de la Granada y la Parroquia”.
13.   ESTERAS MARTÍN, CRISTINA: “El Arte de la Platería en Llerena. Siglos XV al XIX”. Ediciones Tuero, 1990.
14.   Ibid.
15.   Archivo Parroquial de la Iglesia de Santa María de la Granada de Llerena (en adelante A.P.G.LL). Libro de Visitas Pastorales. Acta de la Visita Pastoral de fecha 13 de febrero de 1909 a todas las Iglesias de la Ciudad de Llerena, fol. 12 r: “Que todos los cuadros y exvotos del Camarín pasen a la galería que rodea al mismo”. Se trataría de las habitaciones actuales donde se custodian varios enseres de la Hermandad de Santa María de la Granada. Agradezco al Rvdo. D. Jacobo Moreno Mingorance las facilidades prestadas para consultar el Archivo Parroquial.
16.   MARTÍNEZ NÚÑEZ, Rvdo. D. LUIS: “Un obispo para Llerena”, Revista de Fiestas Patronales, 1988 págs. 12 – 14.
17.   Documento facilitado por la Familia Moliner a la cual agradezco enormemente.


Eliseo Godoy García
      Verano 1997



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