viernes, 25 de enero de 2019



Título: “La leyenda de Nuestra Señora de la Granada”
Autor: Eliseo Godoy García
Publicado en: Revista de Fiestas Patronales 2007, pág. 13 – 19


Han pasado tres años desde nuestra última publicación en esta nuestra Revista de Fiestas Mayores Patronales y, no por ello, han dejado de aparecer nuevos documentos referidos a Llerena, hasta ahora inéditos.

En todo este tiempo, además de la necesaria transcripción y catalogación  de los documentos referidos, hemos tenido la oportunidad de aportar a nuestra Banda Municipal de Música la partitura completa del Himno a Nuestra Señora de la Granda de Guillena, el cual se toca a la entrada de la Solemne Procesión y poco a poco es ya cantada por la mayoría de los llerenenses como tributo de amor y devoción a Nuestra Excelsa Patrona.

Del abanico documental, al ser tan amplio, no tenemos más remedio, al igual que en otras ocasiones, ser breves en su exposición. Estos tratan sobre los conventos, hermandades, orfebrería, imaginería, pintura, retablística y un larguísimo etc. En próximas ocasiones intentaremos abordarlas.

Sin embargo, lo que hoy nos trae a estas páginas es la exposición – estudio de la Leyenda de Nuestra Señora de la Granada de Llerena. Aproximarnos a la exposición – estudio de la misma no podemos hacerlo desde una sola perspectiva – la religiosa -, ya que en ella inciden, bien directa o indirectamente, otros aspectos como artísticos, históricos, culturales, antropológicos,  etc.

En esta primera ocasión expondremos las diferentes versiones que existen sobre la leyenda que han llegado a nuestros días, y que de alguna manera son conocidas por todos gracias a las aportaciones de otros autores como Arturo Gazul, José María Lepe de la Cámara, Agustín Romero Barroso por sólo citar algunos.

1.- La leyenda según la “Cronología Hospitalaria y Resumen Historial de la Sagrada Religión del Glorioso Patriarca San Juan de Dios” escrita por Fr. Juan Santos O.H. 1715 – 17161.

Esta Cronología de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios fue escrita por Fr. Juan Santos entre los años 1715 y 1716 y fue resultado de las Visitas Generales realizadas a todos los hospitales de la Orden en los años mencionados.

“Como socio y capellán, acompañó a varios Padres Generales en sus visitas a los conventos – hospitales, tomando notas directas de sus fundaciones … Como Cronista General tenía en sus manos el archivo de la Congregación, con un inmenso caudal documental… crónicas y apuntes de los Generales sobre las fundaciones de los hospitales y religiosos; documentación real o civil…”

                Por lo tanto, y dada su privilegiada posición, Fr. Juan Santos tuvo acceso a documentos donde, de alguna manera, se recogían aquellos aspectos, más o  menos generales, referidos a la historia, leyendas, fundación de hospitales, etc. del lugar que visitaba. Y Llerena no iba a ser menos.

                La obra de Fr. Juan Santos fue editada en Madrid en dos volúmenes entre los años 1715 y 1716 siendo impreso en la imprenta de Francisco Antonio de Villadiego. Estuvo dedicada al Sr. Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos, Marqués de Santiago, Señor de Uter Viejo, del Consejo de Su Majestad, en el Real de Hacienda, de su Junta de Salinas y Director General de ellas. El motivo de esta dedicación no es otro que, como se refleje en la Introducción, “a costa de su erarioy de su celo, no obstante, las resultas de tan milagroso empeño redundan en conocido beneficio de toda nuestra familia”. Es decir, fue un gran benefactor de la Orden Hospitalaria.

                Siguiendo la normativa de la época tuvo que pasar no pocas censuras, licencias, amén de un Privilegio Real.

-          La obra contó con la censura del  Reverendísimo Padre Maestro Fr. Agustín Cano y Olmedilla, Predicador de Su Majestad y Prior del Real Convento de Nuestra Señora de Atocha, de la Orden de Predicadores.
-          Su Licencia de la Religión contó con el beneplácito del Fr. Juan de Pineda, General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios con fecha 30 de julio de 1714.
-          Censura del Reverendísimo Padre Maestro Fr. Manuel Garza de Lasarte, Predicador de Su Majestad, Prior del Convento de la Hospedería de la Pasión, de la Orden de Predicadores, dada en septiembre de 1714.
-          Licencia del Ordinario Licenciado D. Isidro de Porras y Mantúfasr , Pronotario Apostólico, Juez In Curia del Tribunal de la Nunciatura de España y Teniente de Vicario de la villa de Madrid con fecha de 10 de octubre de 1714.
-          Censura del Doctor Sr. Juan de las Heras, Predicador de Su Majestad y Capellán de Honor y Mayor del Real convento de Santa Isabel, Calificador de la Santa y Suprema Inquisición y de sus Juntas Secretas, Examinador Sinodal del Arzobispado de Toledo y de la Nunciatura de España con fecha 15 de octubre de 1714.
-          Privilegio Real por el cual se da licencia y facultad para que “por tiempo de diez años, primeros siguientes que han de correr y contarse desde el día de la fecha de esta mi cédula en adelante, el referido fray Juan Santos, o la persona que su poder tuviere, y no otra alguna, pueda vender e imprimir los dichos dos libros…” Este Privilegio Real due dado en Madrid el 11 de noviembre de 1714.

La leyenda de Nuestra Señora de la Granada es recogida en esta Cronología Hospitalaria en el Capítulo LXXXVI bajo el epígrafe “Fundación del hospital y convento del Dulce Nombre de Jesús de la Ciudad de Llerena” cuyo tenor es el siguiente:

Libro de Fr. Juan Santos O.H.


Perdióse en la lamentable pérdida de España, y fue poseída de los moros muchos siglos, hasta que la ganó el maestre de Santiago don Rodrigo Iñiguez, decimoquinto en número, el año de 1241. Fue su conquista milagrosa y sucedió de esta forma:
            Viniendo el maestre don Rodrigo por las vertientes de los montes Marianos, que desde Llerena caen hacia el septentrión, y son los que hoy llaman de Hornachos, se puso sobre Llerena (que estaba bien provista de bastimentos y defensores moros valientes, y circunvalada de fuertes y altos muros) y la dio algunos asaltos, en que perdió no poca gente; y porfiando en tomarla, fue rebatido, con gran daño de los nuestros; pero, no obstante, persistía nuestro ejército en el asedio. Desconfiado el maestre de su virtud y valor, y confiado enteramente en la divina Misericordia, procuró con todas las fuerzas de su ejército echar el último lance. Para ejecutarle con más acierto, hizo que su ejército descansase dos días y que todos los soldados confesasen y comulgasen, para obligar con tan cristianas acciones al gran Dios de los ejércitos para que les diese victoria. Este motivo les proponían en diversas exhortaciones muchos religiosos de la Orden de Santiago, que entonces asistían en semejantes empleos en los ejércitos y asistían a sus maestres. Ejecutáronlo así los soldados con notables muestras de devoción, y con felices anuncios de la dicha que les iba disponiendo la Aurora celestial de las felicidades. Porque aquella noche, a un religioso que con más fervor y celo se había empleado aquellos días en la administración de los santos sacramentos y con más devoción les había exhortado a tan cristiana empresa, se le apareció la Santísima Virgen María, en el primer sueño, asistida de innumerables ángeles y vírgenes, y con alegre rostro le dio las gracias del celo con que se había empleado en la reformación de costumbres de aquellos soldados, y que este empleo había servido para la conquista de la ciudad más que todas las armas y pertrechos de guerra que tenía el ejército; y que en su nombre se acometiese a la ciudad; que de su parte tenía la gracia de su Hijo precioso y la intercesión suya. Muchos dicen que en esta ocasión le dio una granada en señal de la visión y de la victoria, por lo cual se llamó desde entonces con este nombre de la Virgen de la Granada.
            Despertó el religioso, y tropezando más en las dichas que en las sombras de la noche, refirió al gran maestre la visión. Corrió la voz por el campo, y todos tomaron las armas invocando a María Santísima con los epítetos que a cada soldado le dictaba su devoción, y singularmente con el nombre misterioso de la Granada. Con sola la orden de su Defensora se juntaron todos a sus banderas, fiados en la palabra de tan soberana Reina. Corrió entre todos la de acometer, y la ejecutaron guiados de su religioso adalid en tan buena ocasión, que aunque los muros eran incontrastables y los moros invencibles, con la intercesión de María escalaron los unos y vencieron a los otros. Estando ya ocupadas las murallas de los nuestros, acudió multitud de moros que con indecible fiereza intentaron rechazar a los nuestros; pero todo era en vano; antes si, viendo uno de los nuestros que el gobernador de la plaza hacía mucho estrago, le tiró una saeta en nombre de la Virgen de la Granada, y fue tan acertado el tiro, que le atravesó el corazón, sin que le sirviesen de defensa las fuertes y aceradas armas que vestía. Apenas cayó en tierra, cuando el santo religioso desde los muros, viendo el estrado del gobernador, comenzó a entonar las palabras de David: Sagitae tuae acutae populi sub te cadent in corda inimicorum regis [su traducción es: Tus flechas son agudas: debajo de ti, caerá en los corazones de los enemigos del rey del pueblo]. Y después de esto, aclamó la victoria. Al mismo tiempo, entraron los escuadrones formados por una de las puertas (que, según por donde se puso el sitio, fue o la de Valencia o la Nueva; y más me inclino a ésta respecto de ser tradición, que siempre ha tenido y hoy tiene una imagen de Nuestra Señora de la Granada sobre el umbral, como significando que esta Reina fue quien abrió la puerta a los cristianos, y hoy es la protectora que los defiende), y los moros se entregaron a merced. El maestre y los suyos levantaron por trofeo a la Virgen Santísima, autora de su dicha, un oratorio o capilla, y en ella se puso una hermosa imagen suya, con el título de Nuestra Señora de la Granada, que hoy se conserva en la iglesia mayor de esta ciudad, que debe a sus misericordias singulares beneficios y mercedes y es la patrona de la ciudad.




2.- La leyenda según “Compendio histórico, en que se da noticia de las milagrosas y deuotas imagenes de la Reyna de los cielos, María Santissima, que se veneran en los mas célebres santuarios de España…obra que consagra a la Virgen” escrita por Juan de Villafañe, S.I2.

                Esta obra fue publicada en el año 1740 e impreso en la imprenta y librería de Manuel Fernández. Decir que esta obra ha servido de base para otros autores como más adelante veremos.

Libro de Juan de Villafañe S.I.


                Juan de Villafañe recoge las leyendas e historias de las devociones marianas que suscitaban más piedad popular. Así mismo recoge otras tantas que si bien no tenían tanta fama él consideraba que debían estar en su obra. El objetivo que perseguía y conseguía no era otro que el redactar una especie de enciclopedia de la devoción mariana en España.

                Entre las páginas 257 y 258 bajo el título “Imagen de Nuestra Señora de la Granada de Llerena” recoge el texto que a continuación extractamos:

Poco es lo que ha llegado à mi noticia de esta Santa Imagen, que se reverencia con gran devocion en la Ciudad de Llerena, una de las principales de la Provincia de Estremadura; en que por tradicion se sabe lo siguiente de su maravilloso aparecimiento.
Por los años de 1241 se hallaba en el sitio de esta Ciudad aquel celebre Capitan y virtuoso Cavallero Don Pelayo Perez Correa, General en los Exercitos del Santo Rey Don Fernando, y gran Maestre del Orden Militar de Santiago: tenia en su Compañía un Religioso, `Freyle de su Oreen, hombre de exemplar vida y conocida, y solida virtud, el qual acostumbraba salirse a tener oración à un bosque cercano, para poder hablar con Dios retirado del comercio de los hombres. Una vez, pues, que estaba con mas fervor, contemplando las cosas Celestiales, se le aparecio Maria Santissima llena de luz, y resplandor con una granada en la mano; y dignándose hablar al fervoroso Sacerdote, le mando fuesse al Maestre Don Pelayo du devoto, y le dixesse de su parte, que tuviesse grande animo, y confianza en Dios, y en su protección, porque sin duda vencería, y destruiría del todo à los Moros, y que en señal de la victoria le daba aquella granada, y que despues de conseguirla, era voluntad de su Hijo, que edificasse un Temploi en honra suya, y que en èl colocaría la Imagen, que le baxaba en prendas de su amor. Desaparecio con esto la visión, y el virtuoso Sacerdote reparo, que entre las ramas de un granado, que allí estaba, se dexaba ver una Imagen de Nuestra Señora sentada, con el Nuño JESUS, y una granada en la mano. Fuè el obediente Sacerdote a avisar al Maestre de lo que pasaba, y conseguida la victoria de los Barbaros, según la promessa de Maria Santissima, cumplio Don Pelayo Correa con el mandato de Nuestra Señora, fabricando un Templo en honra de tan gran Señora en el sitio señalado, que es oy el principal de la Ciudad, colocando en èl la Santa Imagen, que aparecio en el granado, y desde aquel tiempo se llama de Nuestra Señora de la Granada, con quien tienen los vecinos de Llerena gran devocion, celebrandose su su principal fiesta el dia de la Assumpcion de la Virgen à 15 de Agosto, y por toda su Octava, concurriendo multitud de gente de los Pueblos vecinos à venerar esta Santa Imagen; por cuya intercession, y medio reciben muchos beneficios, obrando Su Magestad singulares milagros.

                3.- Autores locales y otros que han escrito sobre la leyenda: Andrés Morillo de Valencia, Antonio Sabido Martínez, Arturo Gazul, Eulogio Montero Santarén, Francisco Tejada Vizuete, Ignacio R. Mena Cabezas, Eliseo Godoy García, Salvador Hernández González, Julián Ruiz Banderas y Agustín Romero Barroso.

                Las aportaciones tanto del Licenciado Andrés Morillo de Valencia, Antonio Sabido Martínez y Arturo Gazul serán tratadas debidamente en el estudio comparativo que estamos realizando sobre todas las versiones que existen, y que hemos podido recopilar, de la leyenda.

                En el año 1900 D. Eulogio Montero Santarén publicaba su obra “ Monografía histórico – descriptiva de la ciudad de Llerena”3 donde en su Prefacio nos advierte de que “el que ignora la historia de su patria es un extranjero en ella y quien no sabe la de sus antepasados ignora la propia suya” y esto nos puede dar pie al sentido de su obra teniendo como norte el rigor documental a pesar de los innumerables expolios habidos.

                Eulogio, en el Capítulo IV dedicado a la Edad Media nos dice:

“la tradición sobre la reconquista de Llerena dice: Que en el sitio donde hoy está el Camarín de la Virgen de la Granada, se apareció esta imagen sobre un granado al Maestre D. Pelayo Pérez y le dijo que tuviera confianza en su Divino Hijo y en la intercesión que ella había de tener con Él, mediante la cual los moros serían vencidos en la próxima batalla que iba a darse, y en señal de la victoria le entregaba una granada, y que, concluida la reconquista, le edificase en aquel sitio una iglesia para que se le diera culto.

   Dióse la batalla antes citada, obtúvose la victoria predicha por la Virgen, y el Maestre cumplió asimismo el divino mandato edificando la iglesia…”.

                Más recientemente hemos tenido las aportaciones de Eliseo Godoy4 y de Salvador Hernández González5. Este último recoge un pequeño fragmento de Andrés de Saa donde hace referencia a que el origen de las advocaciones marianas de la Granada en la ciudad hispalense derivan de la de Llerena, aspecto éste dado a conocer en un artículo de Eliseo Godoy6. En dicho fragmento se recoge un resumen del ya mencionado Juan de Villafañe, aunque para Salvador de Saa el Maestre es cuestión era Rodrigo Íñiguez, siendo ésta una de las cuestiones que, dependiendo del autor, no está del todo claro puesto que para algunos la reconquista de Llerena fue en 1241 y para otros 1248.

                Otros autores han hecho referencia, igualmente, a la leyenda. Entre ellos destacamos a Francisco Tejada Vizuete7, que toma como base el relato de Juan de Villafañe; el excelente estudio de Ignacio R. Mena Cabezas8 donde de manera comparativa analiza las leyendas y tradiciones de Nuestra Señora del Ara, Patrona de Fuente del Arco, y Nuestra Señora de la Granada, Patrona de Llerena.

                Por último y no por ello menos importantes, están las aportaciones de Julián Ruiz Banderas – Agustín Romero Barroso9 basándose también en el texto de Juan de Villafañe.

                                                           
                                                                                                   Eliseo Godoy García
                                                                                                          Verano 2007


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.       “Cronología Hospitalaria y Resumen Historial de la Sagrada Religión del Glorioso Patriarca San Juan de Dios” por Fr. Juan Santos O.H. Hemos utilizado la reedición de esta obra por la Orden Hospitalaria de San Juan Dios, Madrid 1977 siendo auspiciada por la Curia Provincial de la Provincia de Castilla siendo Provincial Fr. Antonio Metodio Zarzosa O.H., págs. 324 – 325 de esta edición. Agradecemos a la Orden Hospitalaria las facilidades dadas para consultar esta obra. 


2.       “Compendio histórico en que se da noticia de las milagrosas y devotas imagenes de la Reyna de Cielos y Tierra María Santissima, que se veneran en los mas celebres Santuarios de España. Refierense sus principios y progresos con los principales Milagros que ha obrado Dios Nuestro Señor por su intercession y sucesos mas notables de sus prodigiosos Aparecimientos. Obra que consagra a la misma Virgen y Madre de Dios, Maria Santissima, Especial Abogada y Patrona de los Españoles” Segunda Impression aumentada por el Reverendissimo Padre Juan de Villafañe de la Compañía de Jesús, Maestro de Theologia y Rector que fue en el Real Colegio de Salamanca y Provincial de la Provincia de Castilla la Vieja. Imprenta y Librería de Manuel Fernández. Año 1740 pág. 257 – 258.
3.       Monografía histórico – descriptiva de la ciudad de Llerena” por Eulogio Montero Santarén. Badajoz. Tipografía de Alberto Merino, 1900. Hemos utilizado la reedición del Centro de Iniciativas y Turismo de Llerena, 1990 págs. 34 – 35.
4.       “Nuestra Señora de la Granada en otras tierras” por Eliseo Godoy García. Revista de Fiestas Patronales, 1995 págs. 27 – 33.
5.       “Presencia y Culto de la advocación de Nuestra Señora de la Granada en Sevilla” por Salvador Hernández González. Revista de Fiestas Patronales 2003 págs. 85 – 86.
6.       “Nuestra Señora de la Granada” por Eliseo Godoy García. Revista de Fiestas Patronales, 1994.
7.       “Vírgenes de agosto: La Granada llerenense y la Piedad de Almendralejo” por Francisco Tejada Vizuete. Iglesia en Camino, 6 de agosto de 1995.
8.       “Leyendas para creer…” por Ignacio R. Mena Cabezas. Revista de Estudios Extremeños, Tomo LV, 1999, págs. 847 y ss.
9.       “Toponimia mágica, fantástica y de leyendas” por Julián Ruiz Banderas – Agustín Romero Barroso. Revista de Fiestas Patronales 2002, págs. 9 – 28.

               





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